Hay una fuerte conexión
entre bajos niveles de vitamina D en sangre y riesgo de desarrollar cáncer. En
comparación con personas con los más altos niveles de vitamina D, aquellas que
muestran niveles bajos tienen un riesgo entre un 83% a 150% mayor de llegar a
desarrollar diversos tipo de cáncer.
Esta correlación es debida a
que los receptores de vitamina D regulan una serie de señales relacionadas con
la inflamación, crecimiento tumoral y acciones antitumorales del sistema
inmunitario; especialmente en las células epiteliales de la piel, mama,
próstata y colon que, por otra parte, son especialmente proclives al desarrollo
de cáncer.
El problema reside en que en
las células cancerosas los receptores para vitamina D están dramáticamente
disminuidos en número facilitando que permanezcan fuera de cualquier regulación
y proclives a reproducirse sin control.
Cuando se suministra
vitamina D a cultivos celulares se produce una cascada de acciones que ayudan a
luchar contra el cáncer: disminuye la proliferación de células tumorales, se
inhibe la inflamación, se reduce la capacidad de invasión y se incrementa la
apoptosis o muerte de células tumorales.
Los efectos beneficiosos de
estas acciones son especialmente visibles en el cáncer de mama, próstata y
colon.
En animales con cáncer
inducido de mama la vitamina D redujo la incidencia, número y tamaño de
tumores, particularmente cuando la vitamina D fue combinada con ácidos grasos
Omega 3 (EPA y DHA).
Estudios in vivo han
mostrado que la vitamina D3 activada produce algunos beneficios específicos
sobre cáncer de mama estrógeno-dependiente. Reduce los efectos promotores de
tumores de los estrógenos disminuyendo la expresión de la enzima aromatasa que
produce estrógeno en los tejidos mamarios. También reduce la expresión de la
forma alfa del receptor de estrógeno, que agrava algunos tumores malignos.
Los estudios sobre humanos
apuntan en la misma dirección. Incluso una dosis baja de 400 UI / día de vitamina
D combinada con calcio se asoció con un 20% de disminución del cáncer de mama
en mujeres que no habían tomado este suplemento previamente.
Es, por tanto, de suma
importancia solicitar análisis de vitamina D3 considerando que, aunque se
considera deficiencia un nivel inferior a 20 ng / ml los niveles óptimos no
deberían ser inferiores a 50 ng / ml lo cual, con toda seguridad, deja a una
gran parte de la población por debajo de este nivel óptimo adecuado para la
protección frente al desarrollo de diversos tipos de cáncer.
La vitamina D es barata y un
medio muy asequible para una adecuada prevención del cáncer y otras patologías
extraordinariamente comunes.
Extraído del Blog Cáncer-apuestaporlavida del Dr. Jorge J. Rodriguez
Extraído del Blog Cáncer-apuestaporlavida del Dr. Jorge J. Rodriguez
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