lunes, 21 de julio de 2014

Interacciones potencialmente peligrosas entre complementos nutricionales y terapias de cáncer


 

Numerosas encuestas revelan que los pacientes no se atreven o no tienen la oportunidad de discutir el uso de las terapias complementarias con su oncólogo. Esta situación solo perjudica al paciente que puede sufrir los efectos secundarios derivados de una interacción no deseada.
Con frecuencia creemos que las plantas u otras terapias alternativas no hacen daño, y así es en la mayoría de los casos pero dado que en el tratamiento del cáncer se utilizan fármacos muy especiales no se puede tomar nada que no sea consultado con su oncólogo.
Entre las interacciones más reconocidas que pueden darse entre el consumo de plantas, complejos vitamínicos y suplementos nutricionales, y  los tratamientos convencionales para el cáncer se encuentran las siguientes:
*La llamada "hierba se San Juan o Hypericum perforatum". Esta hierba activa el funcionamiento de una enzima, proteína, del hígado ( P-4503A4).  Se ha demostrado que su consumo cuando se está recibiendo un fármaco anticanceroso como el irinotecan (utilizado para el tratamiento del cáncer de colon o pulmón entre otros) reduce los niveles del fármaco activo y por tanto su eficacia, así como aumenta su toxicidad.
La hierba de San Juan puede aumentar el efecto de los medicamentos indicados para la depresión. Puede también interferir con los medicamentos utilizados para tratar la infección de VIH y el cáncer.
Se podría deducir que otras sustancias capaces de activar esa enzima como el agnus-castus, sanguinaria canadensis, orégano, damiana y yuca podrían producir el mismo tipo de interacciones.
Otras sustancias que sin embargo a nivel preclínico puede inhibir el P-4503A4 (una enzima hepática) son cannabinoides, Hydrastis canadensis, uña de gato (Uncaria tomentosa, Uncaria guianensis), Equinacea angustifolia, manzanilla (Matricaria chamomilla), etc.
*El ginseng puede aumentar los efectos estimulantes de la cafeína (al igual que lo hacen el té, las bebidas gaseosas y el café). También pueden disminuir los niveles de azúcar en sangre, con lo cual puede interactuar con medicamentos para la diabetes.
*Además, las sustancias antioxidantes, como vitaminas A, C, y E, licopeno, té verde, soja, melatonina, y selenio, no deben de utilizarse cuando se recibe tratamiento oncológico, ya que algunos tratamientos utilizados en el cáncer dependen del daño oxidativo que producen para actuar: radioterapia, fármacos alquilantes, derivados del platino, antraciclinas, etc.
*Riesgo de sangrado: son numerosísimas las sustancias capaces de aumentar el riesgo de sangrado como el Ginkgo biloba, Serenoa repens y ajo (Allium sativum) por tanto no hay que consumirlos si se va a ser sometido a una intervención quirúrgica y sobre todo si además se están tomando fármacos anticoagulantes como heparina o sintrom.

Sustancias con capacidad estrogénica (Fitoestrógenos)
Este apartado es especialmente importante en los casos de cáncer de mama hormonodependiente.
*Plantas potencialmente fitoestrogénicas (contienen constituyentes que actúan como receptores de estrógenos, agonistas estrogénicos y/o muestran propiedades estrogénicas en estudios básicos, investigación con animales o ensayos con humanos): Alfalfa (Medicago sativa), Cimicifuga racemosa, sanguinaria (Sanguinaria canadensis), Arctium lappa, Humulus lupulus, kudzu (Pueraria lobata), regaliz (Glycyrrhiza glabra), granada (Punica granatum), trébol rojo (Trifolium pratense), soja (Glycine max), timo (Thymus vulgaris), Marrubium vulgare L., yuca (Yucca spp.), etc.
*Plantas potencialmente fitoprogestágenas (contienen constituyentes que muestran actividad tipo progestina en investigación básico y/o estudios con animales): Vitex agnus-castus, sanguinaria (Sanguinaria canadensis), orégano (Oregano spp.), damiana (Turnera spp.) y yuca (Yucca spp.) 
 
*Sustancias que pueden causar daño hepático
La lista de plantas y suplementos que pueden producir inflamación del hígado es muy amplia, puesto que es el órgano donde se metaboliza cualquier producto que se ingiera. Conviene avisar a su médico para que no se confunda una alteración de la analítica hepática con otro problema derivado de su enfermedad o tratamiento.
Múltiples plantas y suplementos pueden causar hepatotoxicidad o transaminitis, según estudios humanos de constituyentes hepatotóxicos, y deben ser usados con precaución en combinación con otros agentes hepatotóxicos.
Algunas de estas plantas y suplementos con potenciales efectos hepatotóxicos son: Blighia sapida, polen de abeja, aceite de abedul (Betula lenta), cardo (Cnicus benedictus), borraja (Borago officinalis), arbusto del té (Crotalaria spp.), Petasites hybridus, chaparral (Larrea tridentate), tusilago (Tussilago farfara), Symphytum spp., dihydroepiandrosterona (DHEA), Echinacea purpurea, Echium spp., Teucrium chamaedrys, Heliotropium spp., esculus hippocastanum, Jin-bu-huan (Lycopodium serratum), kava (Piper methysticum), lobelia (Lobelia inflata), L-tetrahydropalmatina (THP), mate (Ileus paraguayensis), niacina (vitamin B3), niacinamida, té del paraguay (Ilex paraguayensis), vincapervinca (Catharanthus roseus), Plantago lanceolata, Echium fastuosum, Ruta graveolus, sassafras (Sassafras albidum), solideo (Scutellaria lateriflora),Senecio jacobea, Curcuma longa, Tu-san-chi (Gynura segetum), uva ursi (Arctostaphylos uva-ursi Spreng), valeriana (Valeriana officinalis), camaleón blanco (Atractylis gummifera) , etc.


 

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