miércoles, 1 de octubre de 2014

Sigue el debate sobre los riesgos y beneficios de las mamografías



El debate sobre los riesgos y beneficios de mamografías vuelve al centro de la polémica. Una de las últimas investigaciones, publicada el pasado mes de abril, concluye que "aunque esta prueba de screening salva la vida de algunas mujeres que padecen cáncer de mama, es cierto que también detectan demasiados tumores que no ocasionan problemas por sí solos".
"A más pruebas para detectar el cáncer, más cáncer encontramos", dijo Nancy Keating, autora principal del estudio que analiza décadas del uso de la mamografía, a The Wall Street Journal. "Los beneficios de las mamografías son importantes, pero sus daños potenciales pueden ser mayores de lo que se creía, lo que se debería hacer es animar a los médicos y a las pacientes a tomar decisiones acerca de cómo elegir de forma individualizada las pruebas diagnosticadas y los tratamientos", prosiguieron los autores en su estudio.
Los resultados salen a la luz tras otros dos informes, uno elaborado en Canadá con 90.000 mujeres y otro publicado en el British Medical, que concluyeron "que las mamografías ocasionan que las mujeres se sometan a tratamientos innecesarios como radioterapia, quimioterapia, terapia inmunológica y cirugía, cuyos efectos secundarios pueden durar años". "Estas pruebas no reducen la mortalidad por cáncer de pecho más de lo que lo hacen las exploraciones físicas o el cuidado, y tampoco son una ventaja a la hora de detectar un cáncer de mama, que es tan pequeño que casi no se puede sentir al tacto", explicaba la investigación realizada en Canadá.
Este último estudio, publicado en el Journal of American Medical Association y realizado por investigadores de Harvard Medical School and Brigham and Women’s Hospital (Boston), ha analizado décadas de ensayos y estudios sobre mamografías desde los años sesenta, con el fin de calcular los beneficios y los perjuicios que provocan en las mujeres en distintas edades.
Los resultados muestran que las mamografías reducen la mortalidad global por cáncer de mamá un 19%. Pero también han concluido que otro 19% de los tumores encontrados tras 10 años de mamografías fueron sobrediagnosticados, lo que significa que nunca hubieran sido dañinos por sí solos, continúa el informe. Las mujeres menos beneficiadas por esta prueba de screening, prosigue el estudio, son las más jóvenes. Se estima que de que cada 10.000 mujeres de 40 años que llevan haciéndose mamografías desde hace 10, solo 190 serán diagnosticadas con cáncer de mama.
De ellas, continúa la investigación, 25 morirán, a pesar de someterse a distintos tratamientos, pero 36 habrán sido tratadas de forma innecesaria, porque el tumor hallado no era un riesgo para su vida. En cuanto a las mujeres con 50 años, la investigación concluye que 10 morirían por este tumor maligno de cada 10.000 que se someten a la prueba anualmente durante 10 años. En las de 62 años, 42 fallecerían. En cambio, 137 mujeres en la década de los cincuenta y 194 en la de los sesenta, serían diagnosticadas y tratadas sin necesidad.
Además, los investigadores descubrieron que el riesgo acumulado de un falso negativo era de cerca del 61% para las mujeres en sus cuarenta y cincuenta años, lo que llevaría a tratamientos innecesarios de cirugía, quimioterapia y radioterapia. Ciertos medicamentos de quimioterapia, por ejemplo, dañan el corazón y aumentar el riesgo de fallecer por enfermedad cardíaca. Y ninguno de los trabajos estudiados pudo determinar si las mamografías reducían el riesgo de morir de una mujer por cualquier causa.
La conclusión de que algunos cánceres se sobretratan es muy polémica, y los más críticos señalan que, “estudios como este”, solo se basan en estimaciones estadísticas. Es muy difícil, incluso, para los científicos determinar si los tumores precancerosos, conocidos como carcinoma ductal in situ, pueden llegar a convertirse en malignos, por lo que casi siempre se tratan de forma agresiva.
En EE UU cada año se realizan cerca de 37 millones de mamografías, a un coste medio de 100 dólares cada una, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Cerca de tres tercios de las mujeres de 40 años o más se sometió a una en 2012. Cerca de 225.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama en la nación cada año, de ellas, 40.000 mueren, según datos oficiales. Esta prueba de detección le supone un gasto de 8.000 millones de dólares anuales al Gobierno de EE UU, según explica The Washington Post.
Las dudas sobre la efectividad de las mamografías están encima de la mesa en EE UU desde el año 2009, cuando el US Preventive Services Task Force cambió las recomendaciones sobre su uso. Aquel año, las autoridades sanitarias de la nación decidieron que fueran las mujeres de 50 años, y no las de 40 años, las que se sometieran a esta prueba diagnóstica una vez al año.

Extraído de El País.com

Fotografía: Reuters

 

viernes, 26 de septiembre de 2014

El prolongado "efecto Angelina" sobre el cáncer de mama


 
En mayo de 2013 la actriz Angelina Jolie anunció que se había sometido a una doble mastectomía debido a que es portadora de una mutación en el gen BRCA1, gen que predispone a padecer cáncer de mama. Después la cantante Anastacia declaró que ella también se había sometido a esta intervención debido a su riesgo de cáncer de mama. Desde entonces, lo que algunas conocen como el «efecto Angelina» en Reino Unido se han duplicado el número de consultas y de pruebas genéticas para el cáncer de mama, asegura un estudio que se publica en «Breast Cancer Research».
La investigación ha recabado información de una base de datos de 21 centros y muestra que muchas más mujeres han acudido a sus médicos para consultarles sus dudas sobre este tema. La noticia positiva es que la mayoría de éstas tenían motivos reales –antecedentes familiares- para hacer la consulta médica. De hecho, según el documento muchas se sometieron a pruebas y consejos genético porque lo necesitan y no se había creado, como se pensaba en un principio, un efecto no deseado.
 
Mutación genética
La mutación BRCA1 se hereda de uno de los progenitores y es la causa de al menos el 10% de los cánceres de mama. Las mujeres que son portadoras de esta mutación tienen entre 45% y 90% de riesgo de desarrollar cáncer de mama durante su vida. Las recomendaciones aconsejan que si se tiene historial familiar de cáncer de mama y un familiar con cáncer de mama es necesario que reciba asesoría genética. En el Reino Unido, poco después de que Angelina Jolie anunciara su decisión, se publicó un documento en el que recomienda que sólo las mujeres que tengan riesgo de desarrollar cáncer de mama deben ser derivadas a la realización de pruebas genéticas.   
Lo que este trabajo constata es que el impacto del anuncio de Jolie no ha sido transitorio, sino que meses después muchas mujeres siguen buscando información sobre este tema. En concreto, en este estudio se aprecia un aumento del doble en cuanto a las consultas sobre asesoramiento genético en cáncer de mama si se compara con el mismo periodo del año anterior, 2012.
Los investigadores creen que el anuncio de Angelina Jolie ha provocado que muchas personas sean más conscientes de los riesgos de una historia familiar de cáncer y sobre qué estrategias se puede adoptar para mitigar los riesgos. «Es posible que el caso de Angelina Jolie haya tenido un impacto más grande que otros casos conocidos, probablemente debido a su imagen de mujer glamorosa y fuerte», asegura Gareth Evans, autor del trabajo. Su mensaje, añade ha reducido los temores de muchas pacientes sobre la pérdida de «identidad sexual después de la cirugía y ha alentado a muchas mujeres a informarse sobre este tema».
Ana Patiño, de la Unidad de Genética Clínica de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), subraya el hecho de que gracias al «efecto Angeline» muchas mujeres saben que existen tratamientos preventivos para evitar el cáncer si tienen riesgo.
Explica Patiño que el 80% de los casos de cáncer son esporádicos; del 20% restante, un 15% es familiar, «aunque no hay causas genéticas identificadas», y el 5% es hereditario: asociado a dos genes principalmente, BRAC1 y BRAC2, pero también a Check2 y Palb2. Las pruebas genéticas se hacen para identificar los dos primeros genes, aunque en algunos centros como el Patiño, también los otros dos. Ahora bien, comenta Graña, «es preciso identificar qué personas son candidatas a la pruebas genéticas».

Criterios definidos
Y para eso hay unos criterios definidos: tener un caso de cáncer de mama con menos de 40 años; cáncer de mama y cáncer de ovario en la misma paciente, a cualquier edad; dos o más casos de cáncer de mama, uno de ellos diagnosticado con menos de 50 años, o bilateral –ambas mamas-; un caso de cáncer de mama diagnosticado con menos de 50 años o bilateral, y un cáncer de ovario en un familiar de primer o segundo grado; tres casos de cáncer de mama u ovario (al menos uno de ovario), en familiares de primer o segundo grado; dos casos de cáncer de ovario en familiares de primer o segundo grado, y un caso de cáncer de mama en varón, y otro caso de cáncer de mama (varón o mujer) u ovario en un familiar de primer o segundo grado.
 
Extraido de ABC.es

 
 

lunes, 22 de septiembre de 2014

La soja podría tener un efecto estimulante sobre el desarrollo del cáncer de mama


 
Muchas mujeres creen que la administración de suplementos de soja es beneficiosa para prevenir o tratar el cáncer de mama, al menos en Estados Unidos. Sin embargo, un nuevo estudio que publica Journal of the National Cancer Institute sugiere que la soja podría ejercer un efecto adverso sobre el cáncer de mama. El impacto del consumo de soja en la prevención y el tratamiento del cáncer de mama no está claro.
Esta investigación muestra que la administración de suplementos de soja altera la expresión de genes asociados con el cáncer de mama, aumentando la preocupación de que la soja podría tener efectos adversos sobre estos tumores. La soja puede ejercer un efecto estimulante sobre el cáncer de mama en un subgrupo de mujeres.
Para aclarar este tema, Moshe Shike, del Departamento de Medicina en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center y el Weill Cornell Medical College (Estados Unidos), y sus colegas realizaron un estudio aleatorio controlado con placebo sobre los efectos de los suplementos de soja en la expresión de genes y marcadores de riesgo de cáncer de mama entre las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama invasivo.
El trabajo, dirigido entre 2003 y 2007, implicó a un total de 140 pacientes que fueron asignados al azar a la administración de suplementos de soja (proteína de soja) o placebo (proteína de la leche), desde la consulta quirúrgica inicial hasta el día antes de la cirugía. A continuación, se analizaron los tejidos tumorales de la biopsia de diagnóstico (pretratamiento) y en el momento de la resección (postratamiento) y se observaron cambios en varios genes que promueven la progresión del ciclo celular y la proliferación celular entre las mujeres en el grupo de soja. "Estos datos plantean la preocupación de que la soja puede ejercer un efecto estimulante sobre el cáncer de mama en un subgrupo de mujeres", concluyen los autores.
Según escribe V. Craig Jordan, doctor en Ciencias del Departamento de Oncología en el Centro de Cáncer de la Universidad de Georgetown, en el editorial que acompaña a la publicación, este estudio "ilustra los peligros del consumo de fitoestrógenos demasiado pronto, alrededor de la menopausia, pero la biología de estrógeno en condiciones de privación de estrógeno sugiere que los fitoestrógenos podrían tener un beneficio una década después de la menopausia".

 Extraído de 20 minutos.es

 

jueves, 18 de septiembre de 2014

La alimentación anticáncer según el Dr. Franco Berrino del Instituto Nacional de Tumores de Milano


 
En esta entrevista se recoge un buen resumen de lo que podría ser una alimentación saludable que ayuda a vencer el cáncer.
Comemos demasiadas proteínas, tomamos demasiado azúcar, tenemos que reducir el consumo de carne roja y carne procesada, hay que consumir sólo la fruta de temporada…. Este es el resumen del programa de Singulars en el que vino como invitado especial el doctor Franco Berrino, director del Departamento de Medicina Preventiva del Instituto Nacional de Tumores de Milano, un hombre que ha trabajado incansablemente para divulgar la manera cómo una alimentación adecuada puede ayudar a prevenir enfermedades como por ejemplo el cáncer.
Estos son algunos de sus consejos:
Reducir el consumo de carne: hay que reducir el consumo de carnes rojas y evitar el consumo de carnes procesadas como embutidos o frankfurts. Los que comen carnes procesadas tienen el doble de riesgo de contraer este tipo de cánceres que los que no comen. Además, la carne roja es muy rica en hierro, un tipo de hierro con capacidad oxidante y favorece la formación de sustancias cancerígenas al intestino.
Reducir el consumo de proteína en general: Comemos demasiadas proteínas. Las personas que hacen dietas hiperprotéicas se adelgazan, pero después, sistemáticamente, se vuelven a engordar. Además, son dietas muy tóxicas, intoxican el cerebro, que es el centro del apetito. Las recomendaciones actuales sugieren que deberíamos de asegurar una ingesta diaria de 0,8 gramos de proteína por quilo de peso al día. En nuestra sociedad comemos el doble de las que se necesitan. Es mejor consumir pescado y legumbres.
Reducir el azúcar refinado: A comienzos del siglo XX se comían 5 kg de azúcar por persona al año. Actualmente se calcula que consumimos 50 kg por persona en un año. Comer demasiado azúcar hace subir el nivel de glucosa en sangre y producimos demasiada insulina. Cuando la insulina sube demasiado, hay efectos colaterales: se producen demasiadas hormonas sexuales, y en las mujeres, un exceso de hormonas sexuales favorece un mayor riesgo de aparición de cáncer de mama. Todos los estudios indican que las mujeres que comen muchos azúcares y alimentos refinados que hacen subir los niveles de insulina tienen el doble de riesgo de desarrollar un cáncer de mama respecto a las mujeres que comen menos azúcares. Y las mujeres que tienen o han tenido cáncer de mama tienen un riesgo más alto de desarrollar metástasis si tienen muy altos los niveles de insulina. En el caso de los niños deberíamos evitar que consumieran tantas golosinas. Hay una presión comercial muy grande pero hay que ayudarles a que aprecien alimentos con dulces naturales. Podemos hacer dulces caseros como por ejemplo: mezclar harina de almendra con manzana cocida y un poquito de sal y semillas de sésamo. Se hacen bolitas y se ponen al horno.
Reducir el consumo de lácteos: Es importante amamantar los niños, la leche materna es el alimento más importante para los niños. Pero pasada la etapa infantil, la leche ya no es necesaria. A principios del siglo pasado, cuando los niños estaban desnutridos y tenían falta de vitamina D, se daba un vaso de leche a la escuela. Era útil porque la leche de vaca es muy rica en proteínas. Pero ahora nuestros niños están muy nutridos, no necesitan tanta leche. Beber leche cada día aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad. El consumo de leches y quesos son un factor de riesgo de obesidad y sobrepeso. Los niños amamantados con leche artificial es más fácil que engorden y también con leche de vaca.
Calcio y menopausia: Se recomienda comer mucho queso para paliar los efectos de la menopausia, pero no hay ningún estudio científico que demuestre la utilidad de tomar leche o queso para la salud de los huesos. Lo que favorece la aparición de osteoporosis es que comemos demasiadas proteínas. Comer más proteínas significa perder calcio de los huesos. Las proteínas tienen demasiados aminoácidos, acidifican la sangre y los huesos ceden sales de calcio para compensar la acidez que provocan las proteínas. Las proteínas animales son más ácidas que las proteínas vegetales. Los estudios demuestran que quién come mucha carne tiene más fracturas, y que quién come mucho queso no tiene menos fracturas. El queso tiene mucho calcio pero es un concentrado de proteína, por lo que acidifica el organismo y, por lo tanto, no es útil para los huesos. Seguramente lo que pasa es que hay muchos intereses.
Beber cuando se tiene sed: si basamos la dieta en alimentos vegetales con variedad de cereales no refinados, legumbres, frutos secos, y fruta de temporada, no hace falta beber los 2 litros de agua que siempre se ha recomendado. En cambio, si comes mucha carne, muchos embutidos, evidentemente tendrás más sed y será mejor beber más agua. Porque la gente está hinchada, sufre de piernas hinchadas…
Consumir fruta de temporada: Es mucho más importante comer cereales, verduras y legumbres que fruta. Antes se comía la fruta de temporada y ahora comemos fruta todo el año. Tenemos que respetar la natura y comer fruta cuando es la temporada. Cuando hace calor la fruta ayuda a enfriar el organismo; en invierno si comemos mucha fruta tendremos más frío. Ahora se come fruta todo el año y debemos respetar la naturaleza del hombre.
La fibra vegetal: El consumo de fibra vegetal es muy protector para el organismo. Si se comen alimentos ricos en fibra hay menos enfermedades del corazón, diabetes, cáncer, enfermedades pulmonares o del aparato digestivo y enfermedades infecciosas. Las fibras que protegen más son las fibras de los cereales y la verdura. La fibra de la fruta casi no protege.
Los cereales: Los cereales han sido el alimento básico de la humanidad hasta épocas recientes. ¿Qué comía la gente antes de la revolución industrial? ¿Antes de la globalización? El trigo, el pan, la avena, eran la base de la alimentación. Al norte de África se come todavía el cuscús con garbanzos, el mijo con cacahuetes; en Oriente, el arroz y productos de soja. Todos los pueblos en todo el mundo se alimentaban de cereales, legumbres y verduras. Tenemos que recuperar las recetas tradicionales. Mejor comer el cereal que las harinas.
Consejos para la vida diaria: No fumar, hacer actividad física media hora, basar la alimentación diaria en productos vegetales de temporada, los cereales y legumbres, la fruta y la verdura. Evitar las bebidas azucaradas y los embutidos. Comer carne sólo 2 veces a la semana como mucho.


martes, 16 de septiembre de 2014

La radioterapia para el cáncer de mama aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica




 
Estar informados de los tratamientos que recibimos es muy importante, sobre todo cuando los efectos de estos pueden ser tan severos…Yo firme el consentimiento para el tratamiento sin mirar la documentación y nadie más me informó de nada, ni sobre la radioterapia, ni sobre la hormonoterapia. Solo me hablaron de cosas banales, que si la higiene de la piel, que si la hidratación, la exposición al sol, etc. En fin, aunque el colectivo médico debiera de informar detenidamente de los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, también fue responsabilidad mía no permanecer en la ignorancia.


Los ensayos aleatorizados han demostrado que la radioterapia para el cáncer de mama utilizada en etapas tempranas puede reducir las tasas de recurrencia y de muerte por cáncer. Sin embargo, la radioterapia también implica una cierta exposición incidental del corazón a la radiación ionizante que podría aumentar el riesgo de cardiopatía isquémica. Aunque los esquemas de tratamiento se han ido modificando, en la mayoría de las mujeres, el corazón sigue recibiendo una dosis de 1 a 5 Gy, y varios estudios han sugerido que la exposición a este nivel puede causar cardiopatía isquémica.
Para aclarar el efecto de la radiación ionizante sobre el desarrollo posterior de cardiopatía isquémica, se realizó un estudio poblacional de casos y controles en mujeres que recibieron radioterapia para el tratamiento del cáncer de mama. Se definió evento coronario como la ocurrencia de infarto de miocardio, revascularización coronaria o muerte por enfermedad isquémica del corazón. Se analizaron 2.168 mujeres que se sometieron a radioterapia para el cáncer de mama entre 1958 y 2001 en Suecia y Dinamarca, el estudio incluyó 963 mujeres con eventos coronarios mayores y 1.205 controles, seleccionados aleatoriamente entre la población elegible. La información de las pacientes se obtuvo de los registros hospitalarios. Para cada mujer, las dosis de radiación promedio sobre todo el corazón y sobre la arteria coronaria descendente anterior, se estimaron a partir de la tabla de radioterapia.
El promedio de dosis media sobre todo el corazón fue de 4,9 Gy (rango: 0,03 a 27,72). Las tasas de eventos coronarios mayores se incrementaron linealmente con la dosis media sobre el corazón en un 7,4% por Gy (IC 95% 2,9 a 14,5; p <0,001), sin umbral aparente. El aumento del riesgo comenzó en los primeros 5 años después de la radioterapia y continuó en la tercera década tras la misma. El aumento proporcional en la tasa de eventos coronarios por Gy fue similar en mujeres con y sin factores de riesgo cardiaco en el momento de la radioterapia.
Con estos datos los autores concluyen que la exposición del corazón a la radiación ionizante durante la radioterapia para el cáncer de mama aumenta la tasa posterior de la enfermedad isquémica del corazón. El aumento es proporcional a la dosis media sobre el corazón, comienza unos pocos años después de la exposición, y se prolonga durante al menos 20 años. Las mujeres con factores de riesgo cardiacos preexistentes tienen mayores aumentos absolutos en el riesgo de radioterapia que otras mujeres.
Comentario
El cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres de todo el mundo, con más de 1 millón de nuevos diagnósticos cada año, y con tratamiento, la supervivencia global a los 5 años es de aproximadamente 90%, con la mayoría de pacientes recibiendo radioterapia como parte del tratamiento. Actualmente la dosis media de radiación en el corazón de la radioterapia para el cáncer de mama es alrededor de 1 o 2 Gy para el cáncer de la mama derecha. Para la enfermedad de la mama izquierda, las dosis son generalmente más altas, pero varían ampliamente. Estos resultados son relevantes, ya que permiten estimar el riesgo de cardiopatía isquémica secundaria en una mujer que recibe radioterapia por cáncer de mama. Dicho riesgo absoluto se debe balancear con la reducción absoluta en el riesgo de recurrencia o mortalidad por cáncer de mama que se logra con la radioterapia. Los porcentajes de aumento en el riesgo por cada unidad de aumento en la dosis media de radiación al corazón son similares para las mujeres con y sin factores de riesgo cardiacos preexistentes, por lo que el riesgo absoluto de cardiopatía isquémica con la radiación es mayor para las mujeres con factores de riesgo cardiacos preexistentes que para otras mujeres.
Referencia
Risk of Ischemic Heart Disease in Women after Radiotherapy for Breast Cancer
Sarah C. Darby, Marianne Ewertz, Paul McGale, Anna M. Bennet, Ulla Blom-Goldman, Dorthe Brønnum, Candace Correa, David Cutter, Giovanna Gagliardi, Bruna Gigante, Maj-Britt Jensen, Andrew Nisbet, Richard Peto, Kazem Rahimi, Carolyn Taylor and Per Hall.
N Engl J Med 2013; 368:987-998.
 

 

 

jueves, 11 de septiembre de 2014

¿Qué pasa con el sexo si tengo cáncer de mama?


 


Casi nunca se habla de la sexualidad tras un cáncer de mama… Los cambios que se producen son muy rápidos y antinaturales. En mi caso estoy aprendiendo a aceptar dichos cambios y a no juzgarlos como negativos, a sentir que hay nuevas posibilidades por explorar, a abrir mi mente y mis sentidos para vivir la sexualidad desprendiéndome de los parámetros y prejuicios que educacionalmente me han inculcado.
Los expertos lo dicen, las investigaciones lo avalan, y la realidad lo demuestra: cáncer y sexo no son incompatibles. Lo importante es abordar el problema de frente y no mantenerlo en silencio. Es importante tener en cuenta estas premisas ya que ciertos fármacos, como son los inhibidores de aromatasa, pueden tener efectos negativos en la sexualidad.
Los inhibidores de aromatasa son una clase de fármacos que se utilizan normalmente para tratar, entre otros, el cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que pueden tener efectos negativos en la sexualidad. Ahora, una reciente investigación publicada en Journal of Sexual Medicine ha querido abordar si existen este tipo de problemas durante los dos primeros años del tratamiento y si, además, estos problemas conducen o no, al abandono del tratamiento.
Las conclusiones señalan que la mayoría de estas mujeres presentan problemas sexuales que causan angustia y son difíciles de resolver, sin embargo, la mayoría de ellas sigue con el tratamiento y una minoría cesa su actividad sexual. Desglosando un poco más los resultados, se muestra que de las 129 mujeres (tenían 63 años de edad media) que respondieron los cuestionarios, el 93% se mostró disfuncional, según una escala de medición sexual. Y de ellas, el 75% sentía angustia por estos problemas. Bien es cierto que, según este estudio, antes de empezar el tratamiento con inhibidores de aromatasa, sólo el 52% de las mujeres eran sexualmente activas. De ellas, casi el 80% desarrolló un problema sexual, pero más de la mitad (52%) tomaron medidas para resolverlo.
Los hallazgos de esta investigación concuerdan bastante con lo que sucede en la realidad de las consultas. La doctora Laura García Estévez, responsable de la Unidad de Mama de HM Sanchinarro (Madrid), afirma que, efectivamente, existen ciertos problemas. "A la consulta, las mujeres suelen venir quejándose de sequedad vaginal, que les impide tener relaciones sexuales satisfactorias y, en ocasiones, también de perdida de la libido".
Por su parte, Margarita Feyjóo, jefe de Servicio Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja, mantiene que "si entendemos la disfunción sexual como la dificultad durante cualquier etapa del acto sexual, tanto para realizarlo como para disfrutarlo, las disfunciones que pueden experimentar estas mujeres pasan desde una disminución de la libido, disminución de excitación sexual, rechazo al contacto físico, sequedad vaginal con relaciones difíciles y dolorosas, y trastornos del orgasmo".
Aproximadamente, un 55-65% de los cánceres de mama son hormonosensibles, explica García Estévez. Es decir, son tumores que, en cierta medida, se alimentan de los estrógenos que las mujeres tenemos en sangre. Por tanto, estas pacientes serán susceptibles a recibir un tratamiento basado en inhibidores de la aromatasa. No obstante, aclara la especialista, hay que puntualizar que sólo las mujeres postmenopáusicas son las que pueden recibir estos tratamientos. Estamos hablando de un porcentaje elevado ya que actualmente, el cáncer de mama todavía sigue siendo más frecuente en mujeres de edades avanzadas.
"Prácticamente, todas las mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama con receptores hormonales reciben en algún momento tratamiento con inhibidores de la aromatasa", comenta Feyjóo. Sin duda, y por regla general, la menopausia hace que las mujeres experimenten cambios físicos y emocionales que afectan a su sexualidad. En las pacientes con cáncer de mama y en tratamiento con los fármacos mencionados, los cambios de la menopausia, mantiene esta facultativa, son mayores. Pero la reflexión debe ser la misma que para las mujeres sanas que inician su menopausia. La clave, dice, es querer: "Cada mujer debe plantearse si desea seguir una vida sexual activa y, si es así, habrá que solucionar los problemas si existen. Lo primero es la reflexión personal, después reconocer si hay problemas y por último, pedir ayuda para identificar éstos y solucionarlos".
Sexo y cáncer son compatibles
Pese a todo, es muy importante que las personas con esta enfermedad sepan que sexo y cáncer son compatibles. Tal como indica Vanesa Jorge, psicooncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), en primer lugar, las pacientes deben conocer las consecuencias de los tratamientos y de la situación emocional que están atravesando, ya que después de un tiempo los tratamientos pueden desaparecer. En segundo lugar, saber que pueden mantener relaciones sexuales satisfactorias, aunque puedan haber cambiado determinados aspectos de su sexualidad. "Sea cual sea el tratamiento de su cáncer, la sensibilidad sexual permanece casi siempre", afirma.
Bien es cierto que cada mujer es un mundo y vivirá su sexualidad de forma particular pero, sobre todo, en base a cómo haya sido antes del tratamiento, "a la que era antes del diagnóstico, de su relación de pareja hasta ese momento, de su relación consigo misma y de su concepto propio de la sexualidad", señala Feyjóo. La sexualidad siempre cambia pero también es verdad que es un aspecto que, por regla general, reparan en él cuando ya han asimilado el diagnóstico y han superado la quimioterapia, si se administra.
"Cuando la mujer empieza recomponerse, empieza a considerar de nuevo su vida sexual de verdad y a ser consciente de los cambios. Para la mayoría hay algún problema pero, sólo una minoría, decide activamente enfrentarse a ellos y solucionarlo", explica esta profesional.
Lo fundamental, por tanto, es tratar el tema, no es esconderlo. "Casi un 50% de las mujeres con cáncer de mama tiene algún tipo de disfunción sexual. Bien promovida por el tratamiento, por el cambio en la imagen corporal o por el propio diagnóstico de cáncer. Por lo que es un tema hay que hablarlo en la consulta. En primer lugar, para que sepa que es algo normal y no es ningún bicho raro", comenta por su parte García Estévez. El silencio es el peor enemigo de una sexualidad sana y placentera. Según comenta Jorge, la comunicación es crucial: "Compartir los sentimientos, expresar las preocupaciones, así como las preferencias, les ayudará a tener unas relaciones más satisfactorias".
Por su parte, aquellas pacientes que no tienen pareja estable suelen sentir mucha inquietud acerca de una posible relación sexual y pueden aislarse por temor al rechazo. En estos casos, recomienda la experta de la Aecc, "deben recordar hay que valorarse por quienes son y no por lo que les ha pasado, tomarse un tiempo y cuando lo consideren oportuno, intentar iniciar relaciones que le resulten satisfactorias".
 
Extraído de El Mundo

viernes, 15 de agosto de 2014

El 70% de las mastectomías en el pecho sano no se deberían hacer


 
La mastectomía profiláctica contralateral es una cirugía que consiste en extirpar la mama sana cuando a una mujer le diagnostican un tumor en el otro pecho. Sin embargo, salvo en casos muy puntuales (en aquéllas de alto riesgo), esa agresiva cirugía no va a tener ningún efecto en su pronóstico. Un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Surgery alerta del elevado número de mastectomías innecesarias, que se realizan movidas por el miedo sin una información adecuada.
En el caso de mujeres de alto riesgo, por su perfil genético o por sus antecedentes familiares, sí se suele aconsejar la extirpación preventiva de ambas mamas, una vez que el tumor aparece en una de ellas (en algunos casos, incluso antes). Sin embargo, ese subgrupo representa apenas el 10% de todas las mujeres, y en el resto de los casos el riesgo de sufrir un segundo tumor en el otro pecho es muy bajo (entre un 1% y un 3%, según las estadísticas).
Pese a ello y aunque no existe una evidencia científica que demuestre que la mastectomía contralateral mejora la supervivencia, muchas mujeres se plantean y, de hecho, se someten a una mastectomía profiláctica de la segunda mama 'aprovechando' el diagnóstico en la otra. De hecho, según el análisis realizado por Sarah Hawley y su equipo (de la Universidad de Michigan, EEUU) en un grupo de unas 1.500 mujeres, el 70% de las que se someten a esta doble cirugía no responde al perfil de riesgo que aconsejaría someterse a este tipo de cirugía de la mama (portadoras de los genes BRCA1 y 2 o con varios casos de cáncer de mama en su familia).
En España, como admite el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), no existen datos del número de mujeres que se someten a esta práctica. A su juicio, esta forma de mastectomía se puso de moda en EEUU hace una década pese a que "no se basa en un racional sólido y me temo que esconde intereses espúreos".
De las 1.477 mujeres con cáncer de mama participantes en el trabajo americano, el 18% de ellas había considerado seriamente extirparse la mama sana de manera preventiva, aunque finalmente sólo el 8% de ellas pasó por el quirófano. Las que finalmente llevaban a cabo su determinación eran aquéllas con mayor nivel educativo y, además, las que habían mostrado más preocupación por las recaídas en las encuestas previas, por lo que los autores temen que muchas de estas decisiones se toman en un contexto de miedo emocional y falta de información. También las que se habían hecho una resonancia magnética en el momento del diagnóstico tenían mayor riesgo de acabar operadas de ambos pechos.
Precisamente en un comentario que se publica en la misma revista, Shoshana Rosenberg y Ann Patridge, del Instituto Dana-Farber (Massachusetts), coinciden en que la ansiedad y el miedo a la recurrencia pueden marcar la toma de una decisión tan compleja, sobrevalorando los verdaderos beneficios de la mastectomía contralateral sobre sus posibles riesgos. Por eso aconsejan a médicos y pacientes que tomen una decisión informada, en la que la mujer conozca bien los pros y los contras, y se tengan en cuenta también sus circunstancias y percepciones personales.
Como recuerdan los autores del trabajo, hoy por hoy no se ha demostrado que quitarse el pecho sano de manera preventiva (en el grueso de las mujeres, no se refieren a aquéllas del alto riesgo), mejores sus probabilidades de supervivencia en el futuro; mientras que se trata de una cirugía de larga recuperación y con todas las posibilidades de complicaciones que conlleva entrar en un quirófano.

Extraído de El Mundo.es

 

martes, 12 de agosto de 2014

Una antena sobre tu casa puede significar un cáncer…


 

Una petición que ya suma 132.000 firmantes en España puso en tela de juicio la Ley de Telecomunicaciones aprobada a finales de abril, que permite según el Gobierno “redes ultrarrápidas” que “mejoran la protección al ciudadano”, según afirmaciones del Ministerio de la Industria, Energía y Turismo.
La petición promovida por la plataforma Change.org dice simplemente “retiren la ley de telecomunicaciones que permitirá a las compañías telefónicas expropiar azoteas para instalar antenas”. Los firmantes sostienen que “hay evidencias que relacionan la cercanía de estas antenas con el aumento de casos de cáncer”.
Sin que puedan hacer nada el dueño de la casa o las autoridades de la comunidad, ahora las compañías telefónicas podrán instalar en España sus antenas en cualquier azotea privada o de uso común, designándola ante el Ministerio de la Industria como “servidumbre de paso especial”.
Alexandra Sosa Gil, redactora de la petición advirtió que se “declara a las operadoras como posibles beneficiarios de la expropiación de bienes”. “No podemos permitir que este país siga remando en la dirección que imponen las grandes empresas, mientras los ciudadanos practican la supervivencia extrema”, agregó.
Una investigación de 2006 citada por la plataforma Contaminación Electromagnética del país, indica que en las personas que vivieron en la zona de los 400 metros de una antena durante algo más de tres años, “hubo más del triple de casos de cáncer”.
Un estudio de Alejandro Úbeda Maeso, Jefe de la Sección de Investigación Bioelectromagnética del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, detalló en la década pasada un conjunto de evidencias de los efectos electromagnéticos de la telefonía móvil, tanto a nivel celular, como casos de leucemia en niños y mayor número de cáncer después de unos 10 años.

Úbeda indicó que “comparada con otros países europeos, España presenta un retraso en materia de protección ciudadana ante exposiciones a campos electromagnéticos ambientales. Los ámbitos en los que nuestro retraso es más patente son: legislación y garantía del cumplimiento de las leyes, e información a los sectores interesados y control de la preocupación social.
Hoy, la preocupación ante la nueva Ley de Telecomunicaciones apunta al peligro de cáncer de acuerdo a la opinión de los más de 130 mil firmantes, respaldada por numerosas investigaciones.

Pero los ciéntificos también reclaman que el uso mismo de los móviles, especialmente dentro del hogar, tiene efectos que hay que considerar. El Dr. Andrei Tchernitchin, Director de Medio Ambiente del Colegio Médico en Chile, considera que los más afectados son los niños y las mujeres embarazadas. Un estudio sobre el tema se presentó años atrás a las autoridades del país, justamente para que se regulen las leyes en base a los riesgos de salud.
 
Los teléfonos móviles emiten radiaciones electromagnéticas de altas frecuencias para la transmisión de voz y datos hacia las antenas repetidoras y ondas electromagnéticas de bajas  frecuencias, asociadas a la funcionalidad del aparato telefónico mismo. En el estudio se determinaron distancias de las antenas en las que se encontró perjuicios en la salud.

Se destacó que las ondas de alta frecuencia tienen efectos que tardan en presentarse de 10 a 20 años. Al aplicar las mismas radiaciones a seres humanos y animales, se observó en los primeros un aumento de temperatura en la cabeza y en los animales, con el tiempo, un aumento de linfomas. Se observó, además, que la radiación actúa en la proteína supresora de tumores causando una acción toxica en los genes. Y se demostró que los  “los campos electromagnéticos emitidos por teléfonos celulares alteran los electroencefalogramas”, principalmente durante actividades que involucran la memoria.
“Las posibles consecuencias a corto y largo plazo para la sociedad de exponer a los niños a la radiación de microondas de los dispositivos de comunicación celular debe ser reconocida responsablemente a nivel mundial”, declaró el Dr. Tchernitchin.
Por los amplios efectos encontrados, recomendó “evitar en lo posible el uso del teléfono móvil por los niños y también en mujeres embarazadas, y evitar acciones o propaganda comercial que incentiven el uso del teléfono por niños, tales como diseños infantiles de los dispositivos y juegos infantiles incluidos en dichos dispositivos, que incentivan el uso”.

Según la nueva ley española, no se determina distancias para la antenas pero sí “el control e inspección de los niveles únicos de emisión radioeléctrica tolerables y que no supongan un peligro para la salud pública”, lo cuales corresponderían a lo dispuesto por las recomendaciones de la Comisión Europea”, dice el boletín de la legislatura. En las bandas de radiofrecuencias “podrán, no obstante, preverse restricciones” (…)”cuando sea necesario para: a) Evitar interferencias perjudiciales. b) Proteger la salud pública frente a los campos electromagnéticos…”, agrega el documento.
Además, se permite sancionar temporalmente en calidad de urgencia cuando se detecta una “amenaza inmediata y grave para la seguridad pública o la salud pública o creen graves problemas económicos u operativos a otros suministradores o usuarios del espectro radioeléctrico”.

Publicado por Manuela Arte, La gran Época

miércoles, 6 de agosto de 2014

La filosofía del tratamiento del cáncer es que la mente debe permanecer pasiva mientras los médicos entran a saco


 
El doctor Deepak Chopra describe muy bien en estas líneas la anulación personal que se siente cuando eres paciente de cáncer: ¡Tú no sabes de esto! y ¡Suerte! fueron las dos cosas que yo más escuché. Con el “tú no sabes” intentan arrinconar cualquier iniciativa o participación que quieras tomar y, cuando escuchaba el “suerte”, algo en mi interior me hacía dudar de los tratamientos y protocolos a los que estaba siendo sometida.
"A diario, un médico ve personas con cáncer que han sido sometidas a un tratamiento u otro de consecuencias desastrosas y lo consideran un éxito porque las células cancerosas han desaparecido. No toman en consideración el desmejoramiento general del organismo, la amenaza de un cáncer ulterior debido al tratamiento en sí, ni el temor ni las depresiones en que suelen caer los enfermos que logran «curarse».
Vivir con un miedo constante, incluso sin tener cáncer, no es una señal de buena salud. La guerra no ha terminado; en lugar de combatir a la luz del día, el enemigo está agazapado, en posición de acecho.
La filosofía del tratamiento del cáncer es que la mente debe permanecer pasiva mientras los médicos entran a saco. Dicho de otro modo, se está estimulando un conflicto abierto en el sistema cuerpo-mente. ¿Cómo es posible que lo llamemos curación? En un conflicto entre la mente y el cuerpo, el paciente está combatiendo en dos frentes; pero sólo hay un cuerpo y una mente. ¿No es evidente, por tanto, que si hay un perdedor, habrá de ser él, el paciente?
No se trata de saber cómo ganar la guerra, sino cómo mantener la paz. Occidente no ha entendido que la manifestación física de una enfermedad sólo es un fantasma. Las células cancerosas que aterran al paciente y que los médicos combaten son también unos fantasmas; van y vienen, suscitando esperanza y desesperación, mientras el verdadero culpable, la memoria inquebrantable que genera la célula cancerosa, permanece agazapada en la sombra.
Exigimos que los enfermos demuestren heroísmo en un momento en que precisamente no están capacitados para ello, o jugamos con las cifras, transformando sus posibilidades de supervivencia en estadísticas.
El Ayurveda nos dice que hemos de buscar la causa de la enfermedad en un nivel más profundo de la conciencia donde poder hallar la vía de curación.

Cuando se es sencillamente uno mismo y no una «persona con cáncer», la reacción en cadena de la respuesta inmunológica con sus centenares de operaciones precisamente cronometradas, se dispara entonces firmemente decidida a ganar la batalla.
Pero, a partir del momento en que uno se deja invadir por un sentimiento de impotencia y miedo, esta cadena se rompe. Los neuropéptidos asociados a las emociones negativas se propagan, se fijan a las células inmunológicas y la respuesta inmunológica pierde su eficacia.
En este punto nace la paradoja: si no diéramos tanta importancia al cáncer y reaccionáramos ante él como ante algo tan normal como la gripe, tendríamos más posibilidades de restablecer la salud. Sin embargo, el diagnóstico del cáncer hace que el paciente se sienta muy anormal. El diagnóstico en sí es el punto de partida del círculo vicioso, como una serpiente que se muerde la cola hasta acabar consigo.

El hecho de que sus emociones se sitúen en un plano tan hondo no significa que los enfermos de cáncer no puedan modificarlas. Pueden dominar su sentimiento de impotencia y desesperación yendo hacia un nivel aún más profundo."


La curación Cuántica. Deepak Chopra. Páginas 83-85

domingo, 3 de agosto de 2014

El cáncer: ¿Tiene cura…?


Durante el tiempo que trataba de recopilar información sobre quimioterapia tope en varios blogs con los artículos y experiencias publicados por Javier Herráez. El descubrimiento de un oncólogo que tenía tantas dudas sobre los tratamientos estandarizados de cáncer y que apostaba por un proceso de curación interno de cada persona, me dio fuerzas para tomar mis propias decisiones sobre esta llamada “enfermedad” que yo no percibía como tal porque nunca me sentí enferma.
Lo que sigue es una reseña de la entrevista realizada al Dr. Herráez por Alicia Ninou:
"Javier Herráez es un médico valiente que se atreve a hablar claramente sobre su experiencia profesional como oncólogo en el sistema sanitario español. Asaltado por las dudas éticas hacia los agresivos tratamientos contra el cáncer, cuestionado por otros oncólogos a causa de los tratamientos que pautaba, harto de extrañas desapariciones de historiales clínicos de algunos de sus pacientes… decidió finalmente dimitir de su cargo al frente de un servicio de oncología en Lanzarote, y tomar otra dirección en su vocación médica.
Ahora Javier trabaja por su cuenta como médico oncólogo y naturista, en lo que podríamos llamar Oncología Integrativa. Sigue investigando nuevas opciones terapéuticas, como por ejemplo, los diez años que lleva formándose en la Germánica Nueva Medicina, descubierta por el médico alemán Ryke Geerd Hamer. Medicina que ha sido y sigue siendo perseguida en algunos países, y denostada por el sistema médico occidental. Aún así, reconoce que es la Medicina que le ha ayudado a entender cómo funciona el cuerpo humano y la que le ha reconciliado con su vocación.
Con él hemos hablado de muchos de los tratamientos efectivos contra el cáncer, pero que extrañamente, no se usan. ¿Por qué siguen sin tenerse en cuenta investigaciones de científicos tan reputados como Heinrich Kremer o Wilhelm Reich (por citar sólo dos) y aplicándose tratamientos tan agresivos como la quimioterapia, cuando existe un amplio abanico de opciones que podrían estar usándose? ¿Por qué no se siguen investigando tratamientos con visos de grandes resultados y se archivan o se deniegan los estudios clínicos pertinentes? ¿Por qué no se destinan fondos y recursos a estudiar la etiopatología del cáncer y las nuevas opciones terapéuticas y sí se destinan al estudio de tratamientos clásicos como la quimioterapia o la radioterapia?

Javier Herráez aboga por una nueva medicina integrativa, en la cual se aproveche lo mejor de cada uno de los sistema médicos existentes, en la cual el paciente pueda elegir libremente la opción terapéutica y siempre, con la mirada puesta en que el remedio externo no existe, que sólo es una ayuda en el proceso curativo, pues en última instancia, siempre es el paciente quien se sana".
 
 
Publicado en Time for Truth

jueves, 31 de julio de 2014

“Los pensamientos curan más que los medicamentos"


 

Esta entrevista realizada al doctor en Biología Celular, Bruce Lipton, cuestiona los fundamentos de la medicina actual, basada en un modelo que no tiene en cuenta la energía del cuerpo. Además, en su opinión, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida. Esto último siempre ha rondado mi cabeza, siempre he sentido que los primeros años de mi infancia han marcado mi existencia, incluyendo la aparición del cáncer.

Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina? 
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!
La industria farmacéutica no quiere que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula.

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.

¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Si pones al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana.

Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?
Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.
 
Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química.

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

Y eso enlaza con la física cuántica.
Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.

Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.

Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida. Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!
La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa información, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?
Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.
 
Publicado en El Correo del Sol