Una petición que ya suma
132.000 firmantes en España puso en tela de juicio la Ley de Telecomunicaciones
aprobada a finales de abril, que permite según el Gobierno “redes ultrarrápidas”
que “mejoran la protección al ciudadano”, según afirmaciones del Ministerio de
la Industria, Energía y Turismo.
La petición promovida por la
plataforma Change.org dice
simplemente “retiren la ley de telecomunicaciones que permitirá a las compañías
telefónicas expropiar azoteas para instalar antenas”. Los firmantes sostienen
que “hay evidencias que relacionan la cercanía de estas antenas con el aumento
de casos de cáncer”.
Sin que puedan hacer nada el
dueño de la casa o las autoridades de la comunidad, ahora las compañías telefónicas
podrán instalar en España sus antenas en cualquier azotea privada o de uso
común, designándola ante el Ministerio de la Industria como “servidumbre de
paso especial”.
Alexandra Sosa Gil,
redactora de la petición advirtió que se “declara a las operadoras como
posibles beneficiarios de la expropiación de bienes”. “No podemos permitir que
este país siga remando en la dirección que imponen las grandes empresas,
mientras los ciudadanos practican la supervivencia extrema”, agregó.
Una investigación de 2006
citada por la plataforma Contaminación
Electromagnética del país, indica que en las personas que vivieron en la
zona de los 400 metros de una antena durante algo más de tres años, “hubo más
del triple de casos de cáncer”.
Un estudio de Alejandro
Úbeda Maeso, Jefe de la Sección de Investigación Bioelectromagnética del Hospital
Ramón y Cajal de Madrid, detalló en la década pasada un conjunto de evidencias
de los efectos electromagnéticos de la telefonía móvil, tanto a nivel celular,
como casos de leucemia en niños y mayor número de cáncer después de unos 10 años.
Úbeda indicó que “comparada
con otros países europeos, España presenta un retraso en materia de protección
ciudadana ante exposiciones a campos electromagnéticos ambientales. Los ámbitos
en los que nuestro retraso es más patente son: legislación y garantía del
cumplimiento de las leyes, e información a los sectores interesados y control
de la preocupación social.
Hoy, la preocupación ante la
nueva Ley de Telecomunicaciones apunta al peligro de cáncer de acuerdo a la
opinión de los más de 130 mil firmantes, respaldada por numerosas
investigaciones.
Pero los ciéntificos también reclaman que el uso mismo de los móviles, especialmente dentro del hogar, tiene efectos que hay que considerar. El Dr. Andrei Tchernitchin, Director de Medio Ambiente del Colegio Médico en Chile, considera que los más afectados son los niños y las mujeres embarazadas. Un estudio sobre el tema se presentó años atrás a las autoridades del país, justamente para que se regulen las leyes en base a los riesgos de salud.
Pero los ciéntificos también reclaman que el uso mismo de los móviles, especialmente dentro del hogar, tiene efectos que hay que considerar. El Dr. Andrei Tchernitchin, Director de Medio Ambiente del Colegio Médico en Chile, considera que los más afectados son los niños y las mujeres embarazadas. Un estudio sobre el tema se presentó años atrás a las autoridades del país, justamente para que se regulen las leyes en base a los riesgos de salud.
Los teléfonos móviles emiten
radiaciones electromagnéticas de altas frecuencias para la transmisión de voz y
datos hacia las antenas repetidoras y ondas electromagnéticas de bajas frecuencias, asociadas a la funcionalidad del
aparato telefónico mismo. En el estudio se determinaron distancias de las
antenas en las que se encontró perjuicios en la salud.
Se destacó que las ondas
de alta frecuencia tienen efectos que tardan en presentarse de 10 a 20 años.
Al aplicar las mismas radiaciones a seres humanos y animales, se observó en los
primeros un aumento de temperatura en la cabeza y en los animales, con el tiempo,
un aumento de linfomas. Se observó, además, que la
radiación actúa en la proteína supresora de tumores causando una acción toxica
en los genes. Y se demostró que los “los campos electromagnéticos emitidos por
teléfonos celulares alteran los electroencefalogramas”, principalmente durante
actividades que involucran la memoria.
“Las posibles consecuencias
a corto y largo plazo para la sociedad de exponer a los niños a la radiación de
microondas de los dispositivos de comunicación celular debe ser reconocida
responsablemente a nivel mundial”, declaró el Dr. Tchernitchin.
Por los amplios efectos
encontrados, recomendó “evitar en lo posible el uso del teléfono móvil por
los niños y también en mujeres embarazadas, y evitar acciones o propaganda
comercial que incentiven el uso del teléfono por niños, tales como diseños
infantiles de los dispositivos y juegos infantiles incluidos en dichos dispositivos,
que incentivan el uso”.
Según la nueva ley española,
no se determina distancias para la antenas pero sí “el control e inspección de
los niveles únicos de emisión radioeléctrica tolerables y que no supongan un
peligro para la salud pública”, lo cuales corresponderían a lo dispuesto por
las recomendaciones de la Comisión Europea”, dice el boletín de la legislatura. En las bandas de
radiofrecuencias “podrán, no obstante, preverse restricciones” (…)”cuando sea
necesario para: a) Evitar interferencias perjudiciales. b) Proteger la salud
pública frente a los campos electromagnéticos…”, agrega el documento.
Además, se permite sancionar
temporalmente en calidad de urgencia cuando se detecta una “amenaza inmediata y
grave para la seguridad pública o la salud pública o creen graves problemas
económicos u operativos a otros suministradores o usuarios del espectro
radioeléctrico”.
Publicado por
Manuela Arte, La gran Época
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