lunes, 30 de junio de 2014

La curcumina es uno de los más poderosos quimiopreventivos anticáncer


 

 
Este artículo sobre la curcumina, elaborado por el Dr. Mercola, parte de las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Texas MD Anderson Cancer, y me parece de lo más interesante para tener una visión global de cómo prevenir el cáncer.

No hace mucho tiempo, investigadores de la mundialmente conocida Universidad de Texas MD Anderson Cancer Center publicaron un estudio científico innovador sobre su nutriente favorito contra el cáncer: la curcumina. La curcumina, junto con otros varios nutrientes, son notables en cómo puede saber la diferencia entre una célula sana y una célula con cáncer.
De acuerdo con Wellness Resorces, aquí está la manera en que los investigadores explicaron su interés por la curcumina:
"...La curcumina (diferuloylmethane)...es uno de los más  poderosos y prometedores quimio preventivos y agentes anti cáncer...Ha sido investigada ampliamente como la curcumina ejerce su actividad anti-cáncer, y varios mecanismos de acción han sido descubiertos... la curcumina ejerce  sus actividades biológicas a través de su modulación epigenética”.
La curcumina cambia la regulación del ADN para ayudar a matar el cáncer.  De hecho, la curcumina no solo influye en la configuración epigenética, también maneja las consecuencias, ayudando a guiar múltiples pasos en la forma en que las ordenes de los genes son implementadas.
El papel de la epigenética en la salud y las enfermedades está siendo cada vez más evidente, y considero que este campo de estudio eventualmente reemplazara al paradigma actual de la medicina.  La creencia convencional ha sido que los genes controlan su propia expresión y por lo tanto, son la causan directa de ciertas enfermedades.  Esta información sentó las bases para la idea de que sus genes predeterminan su salud.
 
Pero de hecho, los genes NO son auto-reguladores
 
Tener “genes malos”, no significa en lo absoluto que está condenando a sufrir algún destino inevitable.  Los genes no son más que un plano, y estos planos son activados y controlados por otra cosa adicional, el medio ambiente.  Esta información ambiental - que incluye la alimentación, la exposición a substancias toxicas, así como pensamientos y emociones, y mucho más - pueden crear más de 30,000 diferentes variaciones de cada plano, permitiendo una gran libertad de acción en la modificación o la “lectura” de cada gen.
 
El Poder de la Alimentación como Medicina
 
Parte de la explicación de por qué los alimentos pueden tener una influencia poderosa en las enfermedades  serias como el cáncer es debido a su influencia en un proceso biológico llamado angiogénesis: el proceso que su organismo utiliza para construir los vasos sanguíneos.  Las células cancerosas, así como otras células de su cuerpo, no pueden prosperar sin el oxígeno ni los nutrientes suministrados por sus capilares.La angiogénesis excesiva (demasiados vasos sanguíneos) promueve enfermedades como el cáncer.
La mayoría de nosotros contamos con agrupamientos de células de cáncer microscópicas en nuestro cuerpo.  La razón por la cual no todos desarrollamos cáncer es debido a que mientras su organismo tenga la capacidad de equilibrar la angiogénesis adecuadamente,  evitara la formación de vasos sanguíneos para alimentar a estos tumores microscópicos.  El problema se presentara si, y cuando, las células cancerígenas logran obtener su propio suministro de sangre, en ese momento se puede transformar de inofensivo a mortal.

Como nuestros antepasados intuitivamente lo entendieron, la Madre Naturaleza nos ha proporcionado un gran número de alimentos y hierbas con inhibidores de origen natural de angiogénesis, haciéndolos unos “medicamentos naturales contra el cáncer”.  Con el simple hecho de consumir estos alimentos anti-angiogénesis, usted puede estimular naturalmente el sistema de defensa de su cuerpo y prevenir la creación de los vasos sanguíneos  y la alimentación de los tumores microscópicos presentes en su organismo en cualquier momento dado.
He escrito anteriormente sobre un gran número de diferentes alimentos que se ha encontrado que tienen una influencia epigenética especialmente potente, como el brócoli y el resveratrol, pero muchos investigadores consideran que la curcumina en la cúrcuma tiene el mayor potencial para luchar contra el cáncer.
 
Curcumina. Uno de los Reguladores del Gen del Cáncer Más Poderosos
 
Ahora es cada vez más aceptado que el cáncer no está pre-programado en sus genes, sino más bien es el ambiente de su organismo que regula la expresión genética que puede provocar la aparición de cáncer.  Las influencias adversas epigenéticas que pueden dañar o mutar su ADN y alterar su expresión genética permitiendo la proliferación del cáncer, incluyen:
- Deficiencias nutricionales y desequilibrios hormonales.
-Toxinas y contaminación.
- Infecciones crónicas.
- Subproductos tóxicos.
- Estrés crónico.
- Inflamación crónica.
- Daño por los radicales libres.
- Pensamientos y conflictos emocionales.
La curcumina tiene actualmente la mejor literatura basada en evidencia que apoya su uso contra el cáncer que cualquier otro nutriente.  Curiosamente también incluye el metabolito de la cúrcuma  y sus derivados, que también son anti cancerígenos.  Lo mejor de todo, la curcumina parece ser segura en el tratamiento contra todos los tipos de cáncer.
Los investigadores han descubierto que la curcumina puede afectar a más de 100 diferentes rutas, una vez que entra en sus células.  Más específicamente, se ha descubierto que la curcumina puede:
- Inhibir la proliferación de células tumorales. Disminuye la inflamación.
- Inhibir la transformación de células de normales a tumorales. Inhibe la síntesis de la proteína, se piensa que es un instrumento en la formación de tumores.
- Ayuda a que su organismo destruya las células de cáncer mutadas para que no puedan extenderse por todo su organismo. Previene el desarrollo de suministro de sangre adicional necesario para el crecimiento de las células (angiogénesis).
Por ejemplo, un estudio realizado en el 2005 en Farmacología Bioquímica descubrió que la curcumina puede detener la propagación de células de cáncer de mama hacia los pulmones en los ratones.
“La curcumina actúa contra los factores de transcripción, que son como un switch maestro,” dijo el principal investigador Bharat Aggarwal."Los factores de transcripción regulan todos los genes necesarios para la formación de tumores.  Cuando los apagamos, apagamos algunos genes que están involucrados en el crecimiento e invasión de las células cancerosas se apagan”.
Otro estudio publicado en Farmacología Bioquímica también descubrió que la curcumina inhibe la activación del NF-kappaB, una molécula reguladora que le indica a los genes producir una gran cantidad de moléculas inflamatorias (como el TNF, la COX-2 e IL-6) que promueven el crecimiento celular del cáncer.
 
Como Usar la Curcumina
 
Según el Dr. William LaValley, uno de los principales médicos en la medicina contra el cáncer que conozco, las dosis típicas para el cáncer son hasta tres gramos de un buen extracto de curcumina biodisponible, tres o cuatro veces al día.  Una solución alternativa es el uso de curcumina en polvo y hacer una micro emulsión de la misma combinando una cucharada de curcumina en polvo y mezclarlo con 1-2 yemas de huevo y una cucharadita o dos de aceite de coco derretido.  Mezcle esto con una licuadora manual para emulsionar el polvo.
Otra estrategia que puede ayudar a mejorar la absorción es poner una cucharada de curcumina en polvo en un cuarto de agua hirviendo.  El agua debe estar hirviendo al momento de agregar el polvo, ya que si lo coloca en agua a temperatura ambiente no tendrá el mismo resultado que si lo pone en agua hirviendo.  Después de hervir durante 10 minutos, quedara una solución equivalente al 12 por ciento que puede beber una vez que se haya enfriado. Tendrá un sabor a madera.
La curcumina se desintegrara poco a poco en la solución.  En unas seis horas, será una solución equivalente al 6 por ciento, así que es mejor beber el agua durante un periodo de 4 horas.
(Yo lo que hago es poner en una cuchara una pizca de pimienta negra y una cucharadita de cúrcuma y lo mezclo todo con aceite de oliva virgen extra ecológico).
 
Fundamentos Básicos del Tratamiento Contra el Cáncer
 
Es emocionante ver investigaciones sobre el cáncer con hierbas como la cúrcuma.  Sin embargo,  es casi imposible hablar de la prevención y tratamiento contra el  cáncer sin mencionar uno de los nutrientes más favorables en la prevención del cáncer que se ha descubierto, la Vitamina D.
A pesar de su nombre, la vitamina D es en realidad un potente esteroide neuro–regulador,  y podría ser más potente que la curcumina, ya que su influencia epigenética cubre más de 2,000 genes en su cuerpo—o ¡cerca del 10 por ciento de todos los genes!  También hay más de 830 estudios científicos revisados que muestran la eficacia de la vitamina D en el tratamiento contra el cáncer.
Personalmente, creo que es una negligencia casi criminal el no optimizar los niveles de vitamina D cuando se trata a una persona con cáncer.  En este caso, los niveles de vitamina D deben estar en rangos de 70 a 100 ng/ml.
 
Tratamientos Contra el Cáncer: ¿Quimioterapia o Natural?
 
A diferencia de la “creencia convencional”, la quimioterapia es en pocas ocasiones la mejor opción  en el tratamiento contra el cáncer, ya que generalmente no cura el cáncer o alarga la vida, ni tampoco mejora la calidad de la vida.  El Dr. Ralph Moss, quien es autor de ocho libros sobre el  tratamiento contra el cáncer, ha examinado miles de estudios como parte de la investigación de sus libros y no ha encontrado ningún solo estudio que muestre que la quimioterapia cure o extienda el tiempo de vida.
Lo que hace la quimioterapia es exponer su cuerpo a toxinas que matan todas las células que se multiplican y se dividen rápidamente.  Esto incluye, no solo las células cancerosas, sino también  otras que se multiplican y se dividen rápidamente como la medula ósea, células del sistema reproductivo y los folículos pilosos.
Estos son medicamente poderosos que presentan una agresión a su sistema—agresiones que su cuerpo tiene que superar junto con el cáncer.  Y los efectos no terminan inmediatamente después de concluido el tratamiento.  Un estudio de la UCLA descubrió que la quimioterapia puede en realidad cambiar el flujo sanguíneo y el metabolismo cerebral de manera que puede persistir por 10 años o más después del tratamiento.
 
Mi lista de 12 estrategias para la prevención de cáncer, incluyen:
 
1. Reducir o eliminar los alimentos procesados, la fructosa y los carbohidratos de granos.
2. Normalizar sus niveles de vitamina D mediante la exposición solar y considere una cuidadosa suplementación en caso de no tener luz solar disponible.  Si toma vitamina D de forma oral y tiene cáncer, sería prudente monitorear sus niveles de vitamina D en la sangre con regularidad.
3. Controle los niveles de insulina en ayunas, y de leptina.  (El control de leptina e insulina es  el resultado natural de reducir o eliminar la fructosa, granos y alimentos procesados de su alimentación.)
4. Normalice la relación ácidos grasos de omega-3 y omega-6, mediante el consumo de aceite de krill o aceite de pescado de alta calidad y reduzca la ingesta de aceites vegetales procesados.
5. Haga ejercicio regularmente.  Una de las razones principales por las que el ejercicio funciona es que disminuye los niveles de insulina.  El control de sus niveles de insulina es una de las maneras eficaces para reducir su riesgo de cáncer. 
6. Duerma  lo suficiente.
7. Coma de acuerdo con tipo nutricional.  Los potentes efectos contra el cáncer de este principio están muy subestimado.  Sin embargo, algunos especialistas en cáncer están usando actualmente el Tipo Nutricional como una parte integral de sus tratamientos contra el cáncer.
8. Reduzca su exposición a toxinas ambientales, como pesticidas, limpiadores químicos para el hogar, aromatizantes sintéticos y contaminantes.
9. Limite su exposición y protéjase contra la frecuencia electro magnéticas (EMF por sus siglas en inglés) producida por las torres de los teléfonos celulares, bases de estación, teléfonos celulares y estaciones inalámbricas.  El 31 de Mayo del 2011, la agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC por sus siglas en inglés) acompañada por la Organización Mundial para la Salud (WHO) declararon que los teléfonos celulares son posiblemente cancerígenos para los seres humanos.
10. Evite freír o asar sus alimentos, en lugar de ello, hiérvalos o cocínelos a vapor.
11. Tenga una herramienta disponible para reprogramar permanentemente los cortos circuitos neurológicos que pudieran activar los genes del cáncer.  Incluso el CDC declaró que el 85 por ciento de las enfermedades son causadas por las emociones.  Es probable que este factor pueda ser más importante que todos los demás factores físicos  mencionados anteriormente, así que asegúrese de contar con esa herramienta.  La psicología energética parece ser uno de los mejores enfoques y mi herramienta favorita, como ya sabe es la Técnica de libertad Emocional.  La Nueva Medicina Alemana es otra herramienta poderosa.
12. Coma al menos un tercio de sus alimentos sin cocinar.


Fuentes:
Wellness Resources May 12, 2011

Genes and Nutrition May 2011; 6(2):93-108

GreenMedInfo.com Curcumin Studies

GreenMedInfo.com Turmeric Studies

Extraído de la página web Mercola.com

 

sábado, 28 de junio de 2014

Exposición a pesticidas, detergentes, plásticos y otros estrogénicos.


 
Aquí dejo la conferencia del Dr. Nicolás Olea Serrano, catedrático de Medicina en la Universidad de Granada y Coordinador de Investigación del Hospital Clínico de Granada, sobre la exposición múltiple a compuestos químicos estrogénicos en España. Sobre el minuto 40 habla más específicamente del cáncer de mama.

 

Las células malignas de mama pueden sanar


 

Un estudio publicado en Archives of Internal Medicine encontró que algunos tipos de cáncer de mama son aparentemente curados de forma natural por el cuerpo.
Ahora hay evidencia de científicos de la Universidad de California, Berkeley (UC Berkeley) y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de que las células malignas de mama pueden redirigirse de nuevo hacia un patrón de crecimiento normal sin utilizar productos químicos o medicamentos. Los hallazgos revelan por primera vez que las fuerzas mecánicas por sí solas pueden revertir y evitar el crecimiento sin control de las células cancerosas. Es más, las células cancerosas pueden regresar a la normalidad a pesar de las mutaciones genéticas responsables de desencadenar la enfermedad maligna en primer lugar.
En concreto, se demostró que la presión mecánica ejercida sobre las células cancerosas hizo que se revirtieran a un estado normal y sano de nuevo. Para su estudio, los científicos colocaron las células malignas epiteliales de mama en una sustancia gelatinosa. Las células se inyectaron en cámaras flexibles de silicona permitiendo a los investigadores aplicar una fuerza de compresión a estas células en una etapa temprana del desarrollo del cáncer. Los investigadores utilizaron microscopía de lapso de tiempo durante varios días para demostrar que una compresión temprana produce cambios que inducen a la aparición de rasgos característicos del desarrollo celular normal.
“La gente ha sabido durante siglos que la fuerza física puede influir en nuestros cuerpos”,  declaró Gautham Venugopalan, que llevó a cabo los nuevos experimentos como parte de su reciente tesis doctoral en la Universidad de Berkeley. “Cuando levantamos pesas, los músculos se hacen más grandes. La fuerza de gravedad es esencial para mantener los huesos fuertes. Aquí nosotros mostramos que la fuerza física puede desempeñar un papel en el crecimiento y en la  reversión de las células cancerígenas.”
Los resultados son muy importantes porque muestran que las células cancerosas pueden ser, en cierto sentido, rehabilitadas y devueltas a la normalidad. “Las células malignas no han olvidado por completo cómo ser saludables; sólo necesitan las señales correctas para guiarlas de nuevo hacia un patrón de crecimiento sano,” concluyó Venugopalan.


Fuentes:
http://www.naturalnews.com/024901_mammograms_breast_cancer.html

Traducción: Disiciencia

miércoles, 25 de junio de 2014

Harvard elimina la leche y demás lácteos de la dieta saludable


 
 

Los expertos en nutrición e investigadores de la universidad de Harvard realizaron una modificación de la pirámide alimenticia, basada en una nutrición sana, libre de la presión política y grupos de la industria que podrían verse afectados.

La Escuela de Harvard de Salud Pública eliminó la leche de su guía de alimentación saludable, llamada Healthy Eating Plate, sustituyéndola por agua, preferentemente.

Con esto, Harvard envió un mensaje fuerte al USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) y expertos de todo el mundo, al reemplazar la pirámide alimenticia tradicional.

Los expertos en nutrición e investigadores de la universidad realizaron esta guía basándose en una nutrición sana, libre de la presión política y grupos de la industria que podrían verse afectados.

La mayor prueba de ello es la ausencia total de productos lácteos, debido a que “un alto consumo de estos alimentos aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario”.

En su guía Healthy Eating Plate también mencionó que los altos niveles de grasas saturadas en la mayoría de los productos lácteos y los componentes químicos de su producción les hace un alimento no saludable que hay que evitar.

Deben ser sustituidos por hortalizas como lechuga, coliflor, brócoli, entre otros, y granos de diversas especies, para producir el calcio necesario y de calidad.


En esta dirección encontraréis la guía completa Guía Harvard

Extraído de La Vanguardia.com

Crece la polémica sobre los cribados de cáncer de mama


 
Los cribados poblacionales pretenden el diagnóstico precoz de cáncer de mama con el fin de mejorar su pronóstico y aumentar la supervivencia. Sin embargo, existen cada vez más dudas sobre su conveniencia.

Como se había observado hace años en los cánceres de próstata y de tiroides (y actualmente en el cáncer de pulmón [1]) existe evidencia de que lesiones detectadas en el cribado de cáncer de mama con diagnóstico patológico positivo tendrán una evolución indolente y su detección precoz no beneficia sino que perjudica a las pacientes, debido a la ansiedad generada, a la agresividad de las medidas terapéuticas y a los efectos secundarios relacionados con el tratamiento aplicado.

Según diversos informes, como el publicado en el año 2009 en Kentucky [2] la incidencia de cáncer de mama y de próstata (26% de todos los cánceres diagnosticados en EEUU) se ha incrementado después de la puesta en marcha de programas de cribado y nunca ha vuelto a los niveles de preselección, lo que indica que la mayoría de estos cánceres se encuentran en estadio temprano y podrían regresar espontáneamente [3]. Este fenómeno es de gran interés biológico y científico y puede contribuir a un mayor conocimiento de esta enfermedad, por lo que no debería minusvalorarse, aun a riesgo de que peligre el cribado poblacional y/o los beneficios que reporta. Debemos además tener en cuenta que después de 20 años de cribado con mamografía el número absoluto de enfermedad más avanzada no ha disminuido tanto como se esperaba, debido a que los programas detectan sobre todo los cánceres de crecimiento lento o relativamente inofensivos, mientras que los agresivos suelen ser cánceres de intervalo, es decir se diagnostican en fase sintomática en el plazo de tiempo entre dos rondas de cribado.

Las conclusiones del informe del Centro Cochrane Nórdico, publicado en 2012, son rotundas. Los autores consideran que la mamografía de cribado no se justifica al no demostrar un beneficio a la supervivencia. Además afirman que, por cada mujer diagnosticada  precozmente de cáncer de mama en 2000 mamografías realizadas, otras 10 mujeres serán diagnosticadas y tratadas con cirugía y/o radioterapia y quimioterapia por un cáncer de mama inexistente [4]

Alrededor de uno de cada cuatro casos de cáncer de mama se da en mujeres por debajo de los 50 años que no se habían incluido en el cribado poblacional, debido a que una mamografía normal no descarta en muchos casos la presencia de cáncer de mama, por la mayor densidad del tejido glandular en las mujeres premenopáusicas. Sin embargo, se está extendiendo un cribado oportunista y sin control a mujeres de entre 40 a 50 años e incluso menores, lo que supone un incremento de la radiación acumulada en el tejido mamario, que no se registra, además de generar una falsa tranquilidad. Estas mujeres no disponen de ningún programa de salud pública alternativo, que permita su detección, dada la ausencia de protocolos que incluyan la exploración física periódica (los programas de mama se realizan al margen de la Atención primaria) o la autoexploración (que ha dejado de recomendarse) lo que puede retrasar el diagnóstico y las posibilidades de tratamiento en las mujeres jóvenes, que en muchas ocasiones acuden con cánceres palpables y en estadios avanzados. En este sentido debemos considerar las conclusiones del estudio nacional sobre el cribado de mama canadiense (seguimiento de las mujeres de 40 a 59 años cribadas entre 1980 y 1985) que equipara la reducción de la mortalidad por cáncer de mama debida a la exploración anual física de la mama con la del cribado anual con mamografía.

Recientemente la Junta Médica Suiza concluye que el cribado de cáncer de mama presenta un perfil de costo-efectividad “muy desfavorable” ya que aunque puede permitir la prevención de 1 a 2 muertes por cáncer de mama en cada 1000 mujeres estudiadas, presenta diagnósticos falsos positivos que dan lugar a pruebas y tratamientos innecesarios y no existe evidencia de que afecte a la mortalidad global. La Junta recomienda limitar en el tiempo los  programas existentes y no introducir otros nuevos. Sin embargo, el incremento irreal de la incidencia del cáncer debido a los cribados (hasta 70.000 cánceres detectados que nunca habrían llegado a ser clínicamente evidentes, según un estudio realizado en EEUU [5]) provoca un aumento artificial del ratio de supervivencia y da lugar a un círculo vicioso de apoyo y ampliación injustificada de los cribados. Por otra parte, la Junta Médica Suiza es un organismo no gubernamental y sus recomendaciones no son de obligado cumplimiento, por lo que es muy probable que no se implementen, lo mismo que está ocurriendo con los  cambios aprobados para el cribado de mama de EEUU, que pretendían retrasar la edad de inicio y  ampliar el intervalo de tiempo entre rondas, pero han sido rechazados por el 90% de los profesionales implicados.

Por el contrario, el problema es susceptible de empeorar, ya que a pesar de la controversia existente, se están introduciendo nuevas técnicas diagnósticas de mayor resolución, sin respaldo científico suficiente, como la Tomosíntesis de Mama, que incrementa en más de un 30% la detección  de lesiones “casi invisibles al ojo humano” lo que disparará el sobrediagnóstico, a cambio de incrementar la dosis de radiación administrada a las pacientes.

La potenciación de la Atención Primaria, la promoción de hábitos de vida saludable y la mejora de la alimentación, permitirá disminuir de forma drástica la carga de enfermedad sin consecuencias adversas, incrementando el bienestar de la población.

Fuentes:

[1] Jama Intern Med. on-line (diciembre de 2013)

[2] Cancer Screening – University of Kentucky.  JAMA.2009; 302 (15):1685-1692

[3] Per -Henrik Zahl et al. Instituto Noruego de Salud Pública en Oslo


[4] Lo que siempre quiso saber sobre el cribado mamográfico. Centro nórdico Cochrane Dinamarca (2012)

[5] Efecto de tres décadas de rastreo mamográfico. Bleyer A, Welch HG. NEJM.2012; 367(21):1998-2005

lunes, 23 de junio de 2014

La amenaza electromagnética


 


La sociedad actual ya no puede entenderse sin la comunicación sin cables, por eso se mira para otro lado ante las pruebas de que las ondas electromagnéticas alteran el equilibrio del organismo.

La cuestión aparece y desaparece periódicamente de los grandes medios de comunicación. Tan pronto se publica un estudio que denuncia efectos negativos como otro que los niega. Llevamos así desde que existen cables de alta tensión, a los que se culpa de incrementar el riesgo de sufrir leucemia, sobre todo entre los niños. La preocupación arreció al aparecer una nueva tecnología: las microondas para transmitir señales telefónicas. En los dos últimos años se ha añadido el riesgo de las conexiones inalámbricas domésticas y locales a internet mediante Bluetooth y Wi-Fi.

Decenas de estudios relacionan este tipo de emisiones con diferentes alteraciones biológicas, pero el tema no se zanja, siempre quedamos pendientes de un estudio científico más riguroso. Entre tanto las compañías no dejan de instalar antenas emisoras en la vía pública, sobre los edificios y hasta en las alcantarillas, y reparten entre sus clientes teléfonos que permanecen conectados las 24 horas.

El sistema formado por grandes empresas, gobiernos y organizaciones científicas parece haber asumido que la vida moderna conlleva riesgos inevitables. Quizá las futuras víctimas colaterales estén todavía interesadas en protegerse y proteger a sus hijos apoyándose en expertos independientes que denuncian los efectos de las ondas electromagnéticas y ofrecen soluciones para reducir o eliminar los riesgos.
Vivimos sumergidos en un mar de ondas electromagnéticas. La luz del Sol y sus rayos ultravioleta o los rayos cósmicos son radiaciones que forman parte del entorno natural, pero la densidad de ondas entre los 50Hz y los 2.500 MHz se ha multiplicado debido a la tecnología humana. Por desgracia, la decisión personal de utilizar el teléfono móvil con moderación no es suficiente. En estos momentos, la contaminación electromagnética es como una espesa niebla invisible. Está formada por emisiones de fuentes diversas, dentro y fuera de casa.

Cuando el cuerpo humano se encuentra con una onda electromagnética puede reflejarla, absorberla o ser traspasado por ella. Pero para saber si el efecto sobre el organismo es perjudicial hay que conocer cómo interaccionan las ondas con las células y los sistemas fisiológicos. Los efectos dependen de la longitud, la frecuencia y la intensidad de la onda, así como de la conductividad y la morfología de los distintos tejidos del cuerpo humano.

Las ondas que propagan las señales de la radio y la televisión, que utilizan frecuencias de 100 a 800 Mhz, a pesar de ser omnipresentes, se han librado de sospechas. Estas recaen sobre los extremos del espectro electromagnético no ionizante (el peligro del ionizante ya es bien conocido: va desde los rayos X a las radiaciones nucleares). Por un lado, los campos electromagnéticos de baja frecuencia generados por cables de alta tensión, transformadores y aparatos eléctricos. Por otro, las microondas, de una longitud del orden de los centímetros y alta frecuencia, que se emplean en la tecnología de los radares y los teléfonos móviles. Ambos extremos se relacionan con el cáncer, la hipersensibilidad eléctrica y otras enfermedades.

Existen estudios serios que demuestran los efectos perjudiciales de la contaminación electromagnética, frente a los cuales las autoridades sanitarias y la sociedad entera practican la política del avestruz. Un estudio realizado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, dependiente de la Organización Mundial de la Salud, proclama que las emisiones electromagnéticos de la telefonía móvil son un “probable carcinógeno en humanos”, debido a que están asociados a un mayor riesgo de glioma, un tipo de cáncer maligno del cerebro.

Muchos han querido entender que a fin de cuentas “probable” no es gran cosa. Pero para que una organización muy sensible a los intereses económicos en juego como la OMS establezca esta calificación ha debido tener en cuenta pruebas contundentes, como los estudios que demuestran un incremento del 40% en el riesgo de tumor cerebral agresivo entre las personas que han usado el teléfono móvil durante 30 minutos diarios por un período de 10 años. Suficiente para que el director de la Agencia, Christopher Wild, aconseje que se tomen medidas prácticas como utilizar dispositivos de manos libres que alejan el aparato de la cabeza o que se escriban SMS en lugar de realizar llamadas.

La prudencia de la OMS no puede ocultar que existen estudios rigurosos e independientes que muestran la actividad cancerígena segura, no probable, de las microondas de los móviles. Lennart Hardell, del Hospital Universitario de Orebro (Suecia), y Olle Olle Johansson, del prestigioso Instituto Karolinska, concluyeron ya en 1999 que había una relación de causa efecto entre teléfonos móviles y cáncer. Aquel estudio fue desacreditado por un trabajo del Instituto Internacional de Epidemiología, de Rockville (Estados Unidos). Hardell reaccionó enfurecido y demostró la relación entre los autores del informe y… Motorola. Algo semejante le ocurrió a Hugo Rüdiger, de la Universidad de Viena (Austria), en 2008. Su equipo demostró que las hiperfrecuencias de los móviles de segunda generación, que trabajan entre los 1.800 y los 1.950 Mhz, alteran el material genético de las células de tejidos humanos. Las conclusiones no se han retirado a pesar de todas las críticas realizadas por representantes de la industria, que vio en este estudio una amenaza para su negocio.

Las microondas son incluso capaces de alterar el comportamiento de las personas. Una investigación realizada en la Universidad de California concluye que los fetos expuestos a microondas de los móviles sufren un incremento medio del 54% en el riesgo de presentar problemas como hiperactividad o alteraciones emocionales. El peligro de los bebés más expuestos asciende al 80%. Otro ensayo, dirigido por Leif Salfrod, de la Universidad de Lund (Suecia), sugiere que la radiación de los móviles abre la barrera existente entre los vasos sanguíneos y el cerebro, de manera que sustancias presentes en la sangre como la albumina pueden contaminar el sistema nervioso central con resultados imprevisibles.

A los efectos de los teléfonos hay que añadir el de las cada vez más populares conexiones inalámbricas Wi-Fi, que utilizan la misma tecnología. El equipo de San Ming Wang en la Universidad de Purdue (Estados Unidos) ha comprobado que después de sólo dos horas de exposición aumenta la expresión de 221 genes. Tras seis horas, la cantidad se eleva a 759, entre los que se encuentran genes relacionados con la muerte celular. Que un gen se exprese quiere decir que puede provocar la secreción de una proteína que, por ejemplo, favorezca el desarrollo de tumores u otras muchas enfermedades.

Ante la avalancha de estudios, los portavoces de la industria, las autoridades y los supuestos expertos que condicionan la opinión pública responden machaconamente con dos tópicos:

• “No existen pruebas epidemiológicas”, sostienen en primer lugar los escépticos. El problema es que la epidemiología actual tiene grandes dificultades intrínsecas para establecer relaciones de causa efecto entre un agente y la incidencia de una enfermedad en la población. Miles de sustancias químicas nocivas rebosan en el entorno y se acumulan en los cuerpos sin que los epidemiólogos concluyan categóricamente que son responsables de trastornos, muchos de ellos crónicos. Ha costado décadas sentar en el banquillo al tabaco o el amianto. Cada vez que un estudio confirma el efecto de un tipo de radiación, siempre sale alguien preguntando si se ha tenido en cuenta el poder adquisitivo, las condiciones de vida, la educación o cualquier otro factor imaginable que pudiera alterar los resultados. No obstante, estudios serios como los realizados por Horst Eger señalan que la probabilidad de cáncer se multiplica por tres en la población que vive dentro de un radio de 400 metros de una antena de telefonía móvil.

• Otro latiguillo: “Los móviles emiten poco y cumplen normas de seguridad rigurosas”. Pero estas normas se han elaborado teniendo en cuenta el único efecto biológico reconocido a las microondas: el de provocar un aumento de temperatura en los tejidos. Lo malo es que este calentamiento mesurable no es responsable del cáncer, ni de las otras enfermedades mencionadas por los estudios, que seguramente se deben a alteraciones en procesos biológicos sofisticados que apenas conocemos. Además ni siquiera existe un consenso sobre la dosis aceptable del grosero efecto térmico. La Unión Europea fija como límite 2 W/Kg de SAR (siglas en inglés de tasa de absorción específica), sin embargo los expertos del prestigioso Instituto de Ecología de Friburgo (Alemania) consideran que no es recomendable superar los 0,2 W/kg.

Las emisiones de móviles y conexiones inalámbricas son las que más preocupan en la actualidad, pero no son las únicas contribuyentes a la niebla eléctrica. Hay que sumar las emisiones de los electrodomésticos y todo tipo de aparatos que nos acompañan en casa o en el trabajo.
No es fácil saber a qué tipo de campos y emisiones se está expuesto dentro del propio hogar. Para averiguarlo habría que conocer la ubicación de las antenas de telefonía móvil en las terrazas de los edificios cercanos, los transformadores y cables de alta tensión de la red eléctrica e incluso las fuentes de emisión que se encuentran dentro de las casas de los vecinos.

Un experto –se puede contactar con uno a través de las asociaciones de afectados o de construcción ecológica– puede medir con los aparatos adecuados los distintos campos magnéticos de baja frecuencia, así como las emisiones electromagnéticas de alta frecuencia que inciden sobre los lugares de la casa donde se pasan más horas, como las camas, la sala de estar o el estudio si se trabaja en casa. Para que la medición sea realista se debe realizar durante todo el día, pues las algunas emisiones pueden fluctuar. Por ejemplo, las que proceden de lavavajillas o lavadoras que se ponen en marcha en momentos determinados.

Una vez obtenidos los datos objetivos hay que interpretarlos. Depende de los criterios del experto sobre cuáles son las dosis máximas admisibles que el diagnóstico sea más o menos alarmante, así como el tipo de medidas para reducir el electrosmog. Las autoridades sanitarias europeas y españolas consideran que un campo electromagnético de baja frecuencia (50 Hz) por debajo de los 100.000 nanoteslas (nT, medida de la intensidad de flujo magnético) es seguro. En cambio, estudios citados por la OMS sitúan el riesgo por encima de los 400 nT, mientras que los expertos en bioconstrucción, más rigurosos, prefieren que esté por debajo de los 100 nT.
 
Las medidas más sencillas para reducir la exposición consisten en ubicar los electrodomésticos a las distancias adecuadas y prescindir de los innecesarios. En la gran mayoría de los casos, la aplicación del principio de precaución se logra fácilmente reconfigurando el salón, habitación o puesto de trabajo. Alejarse de la fuente del campo magnético suele ser suficiente para reducir la exposición a niveles aceptables.

Los expertos coinciden en la importancia de mantener la cama a salvo de los influjos eléctricos para favorecer la recuperación. Por eso conviene evitar en el dormitorio todo tipo de aparatos que se enchufen, como despertadores, radios, mantas eléctricas, somieres regulables, televisores, ordenadores, teléfonos móviles e inalámbricos. Incluso resulta recomendable separar el cabecero de la cama un metro de la pared que acoja los cables de la instalación eléctrica. Si esto no es posible, se puede instalar un dispositivo en la caja de distribución que corta el suministro eléctrico cuando no se consume (es decir, en cuanto se apaga la luz de la mesita de noche).

A partir de ahí, otras maneras de evitar los campos magnéticos son más costosas, pues los materiales comunes, como los ladrillos y el hormigón de las paredes de los edificios, no los bloquean. Se pueden adquirir e instalar distintos tipos de materiales a modo de escudo, cuyo efecto se basa en la capacidad conductora de la fibra de carbón, los hilos de plata, las redes de cobre o el film de aluminio, pero no todas las soluciones son eficaces.

Por ejemplo, las colchonetas protectoras que se ponen debajo del colchón para frenar la radiaciones que proceden de abajo pueden atraer las que vienen de arriba o desde los lados. Por tanto, este tipo de medidas tiene que realizarse después de un examen serio y sólo si se ha detectado un riesgo importante o la persona sufre de hipersensibilidad a la electricidad. Existen distintos materiales en forma de malla, baldosa o láminas que pueden ofrecer una solución eficaz en estos casos.

¿Cuáles son las distancias de seguridad respecto de las antenas de telefonía? La opinión de los expertos varía entre los 50 y 100 metros. Dentro de estas distancias una antena produce aproximadamente la misma emisión que un teléfono móvil junto a la cabeza, pero hay que tener en cuenta que es una emisión constante, por tanto su efecto acumulativo debe ser incomparablemente mayor.

Además de participar en las acciones colectivas contra la existencia de antenas de gran potencia junto a viviendas, una solución inmediata consiste en protegerse mediante escudos eléctricos, como las pinturas pantalla que contienen grafito. Son aptas para cubrir todo tipo de superficies, como paredes de yeso, empapeladas, madera o cemento. Este tipo de pintura es transpirable y se aplica como cualquier otra. La única diferencia es que un electricista cualificado debe realizar una conexión a tierra de la pared. También existen cortinas y láminas adhesivas translúcidas para apantallar las ventanas, que son las principales vías de entrada de las microondas en las casas:

-Teléfonos inalámbricos. Las bases y terminales DECT (siglas en inglés de “telecomunicaciones Inalámbricas mejoradas digitalmente”) generan altas dosis de electrosmog. Producen a su alrededor un campo magnético de baja frecuencia y microondas como los teléfonos móviles de manera constante. Si no se quiere renunciar a este aparato, hay que asegurarse de que emita menos de 100 µW/m2 a una distancia de dos metros. Los teléfonos con cables son mucho más recomendables.

- Radiodespertadores. Además de consumir mucha electricidad, emiten grandes campos de eléctricos y magnéticos de baja frecuencia, a menudo cerca de la cabeza. Es mejor sustituirlos por modelos a pilas.

- Pantallas. Los modernos televisiones y monitores LCD producen campos magnéticos menores que las antiguas pantallas catódicas. Conviene elegir modelos con el sello TCO Standard, que limita la intensidad a 200 nT a una distancia de 30 cm ,aunque idealmente la emisión no debiera superar los 20 nT.

- Iluminación. Sin duda, la tecnología más limpia es el LED, seguida del halógeno a 220V sin transformador. Los fluorescentes emiten campos magnéticos y eléctricos demasiado fuertes.

- Hornos microondas. Conviene asegurarse de que la puerta cierra perfectamente para que no se escapen las microondas. En cualquier caso, conviene no estar cerca mientras está funcionando.

 - Routers. Los routers para crear WLAN (siglas en inglés de “red de área local inalámbrica”) de acceso a internet o Wi-Fi emiten continuamente microondas. En casa y en el lugar de trabajo es recomendable emplear sistemas de transmisión de datos mediante cables, aunque pueda resultar engorroso. En los lugares de trabajo hay que procurar mantener en la medida de lo posible la mayor distancia posible con las antenas emisoras.

 - Bluetooth. Es una tecnología de conexión sin cables entre ordenadores y periféricos como teclados, ratones, teléfonos móviles, cámaras digitales o mp3. También utiliza la transmisión por microondas y por tanto tiene las mismas objeciones. Para el teclado y el ratón se puede recurrir a la tecnología de infrarrojos, si se quiere reducir la maraña de cables.

 - Electrodomésticos. Los aparatos que se ponen en marcha gracias a un motor como las lavadoras, las secadoras, los taladros, los secadores de cabello, las aspiradoras, las neveras, los lavavajillas, las maquinillas de afeitar eléctricas o las batidoras producen un intenso campo electromagnético de un metro de diámetro cuando están en marcha. Es aconsejable vigilar la ubicación de la nevera para que no quede, por ejemplo, al otro lado de la pared donde se apoya un cabecero de cama.

 - Cocinas de inducción. La intensidad del campo magnético es más alta que en las vitrocerámicas clásicas. Es aconsejable que al cocinar no se permanezca más tiempo del estrictamente necesario junto a este tipo de fogones. Esto es especialmente importante en el caso de las embarazadas que deberían cocinar sólo con los fuegos traseros.

- Luces infantiles. Las luces quitamiedos en los enchufes no suponen una fuente importante de electrosmog, siempre que se hallen a más de un metro de donde duerme el niño. Las que funcionan con pilas no generan ningún campo.
Extraido de El Correo del Sol

domingo, 22 de junio de 2014

Los 12 vegetales con más pesticidas de 2014


 
 


La prestigiosa organización ambiental estadounidense Environmental Working Group (EWG) publicó por décimo año consecutivo la lista de los vegetales más contaminados con pesticidas. Nuevamente, las manzanas encabezaron el ranking que se basa en datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. El estudio incluye el análisis de 48 tipos de frutas y verduras, de las cuales el 65% posee restos de plaguicidas.

Cabe destacar que los pesticidas han sido vinculados a problemas de desarrollo en niños, y también pueden actuar como carcinógenos o afectar el sistema endocrino, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. “Durante décadas, se decía que diversos plaguicidas tóxicos eran seguros hasta que se comprobó que no lo eran, o bien eran prohibidas o eliminadas debido a que eran riesgosos para las personas”, señala Sonya Lunder, analista senior de EWG y autor del informe ‘Guía del Comprador’.

En el caso de las manzanas, que ocuparon el primer lugar de la lista, de las muestras analizadas, el 99% arrojó positivo en los test para medir la presencia de pesticidas. Y entre las frutas y verduras que ocupan los 12 primeros lugares, en la mayoría se encontró entre 13 y 15 tipos de plaguicidas diferentes.

En tanto, entre los vegetales que menos niveles de químicos contenían, figuraron paltas, choclos, piñas, repollos, porotos verdes, cebollas, espárragos, mangos, kiwis, berenjenas, pomelos, melones calameños y coliflores.

Desde la prestigiosa agrupación medioambiental Natural Resources Defense Council (NRDC) recomiendan el consumo de vegetales orgánicos como medida para evitar exponerse a estos químicos. Debido al precio más elevado de estos productos, aconsejan que en lugar de comprar únicamente vegetales de este tipo, “es mejor saber qué frutas o vegetales son los que más absorben pesticidas y sólo comprar orgánicos aquellas frutas y verduras”.

¿Lavar los alimentos sirve para eliminar los pesticidas?
Según la NRDC, “todas las frutas y verduras, orgánicas o no, deben ser lavadas antes de comer. Sin embargo, lavar frutas y verduras cultivadas con pesticidas no necesariamente te ayudarán“. Esto pasa porque “aunque algunos plaguicidas se encuentran en la superficie de los alimentos, otros pueden ser absorbidas a través de las raíces y en la planta y no se puede eliminar“.Eso sí, indican que “pelar algunos alimentos o cocinarlos a veces ayuda a eliminar algunos pesticidas“.

A continuación dejamos el listado de las 12 frutas y verduras con más pesticidas, según EWG:
1. Manzanas
 2. Fresas
 3. Uvas
 4. Apio
 5. Melocotones
 6. Espinaca
 7. Pimientos rojos
 8. Nectarinas
 9. Pepino
 10. Tomates cherry
 11. Guisantes
 12. Patatas

En esta dirección está la Guía Completa de frutas y verduras analizadas.

viernes, 20 de junio de 2014

II Jornada de Medicina Integrativa en Las Palmas de Gran Canaria


 

Ayer tuvo lugar la II Jornada de Medicina Integrativa organizada por los Hospitales San Roque. En dicha jornada pudimos asistir a las conferencias del Dr. Alejandro Chaoul, del Hospital MD Anderson Cancer Center, y de la Dra. Odile Fernández, autora del  libro Mis Recetas Anticáncer. La Medicina Integrativa ofrece a los pacientes técnicas que aúnan el cuerpo y la mente, junto con un adecuado programa de actividad física y nutrición que permite estimular y regular el sistema inmunológico para permitir el proceso de recuperación de la salud.

La consulta Médica Integrativa está a cargo del Dr. Juan Carlos Durán, y el teléfono de contacto en Las Palmas de Gran Canaria es el 928 012600. La dirección de la página web es www.hospitalessanroque.com

Yo de camino aproveche para comunicarle a la Dra. Odile Fernández mi gratitud por la gran labor de difusión que hace de una manera tan generosa. En cierto modo, ella fue una fuente de inspiración para crear este blog. En la foto, estamos las dos.
 

miércoles, 18 de junio de 2014

Las semillas de lino protegen frente al cáncer de mama



Prevenir y evitar el desarrollo de ciertos tipos comunes de cáncer puede ser extremadamente simple y barato.

Así lo demuestran varios estudios científicos publicados que parecen demostrar el maravilloso efecto anticancerígeno de unos compuestos presente en las semillas de lino. Las semillas de lino son baratas y se encuentran fácilmente con lo cual resulta extremadamente sencillo incorporarlas a la dieta.

Lo que las hace tan interesantes son los lignanos, presentes en una alta proporción en las semillas de lino (aunque no en el aceite de lino).

Parece ser que los lignanos alteran favorablemente los metabolismos de los estrógenos, inhiben la angiogénesis y promueven la autodestrucción de las células cancerosas.

Un estudio científico (McCann SE, Muti P, Vito D, et al. Dietary lignan intakes and risk of pre- and postmenopausal breast cancer. Int J Cancer. 2004 Sep 1;111(3):440-3) evaluó el riesgo de cáncer de mama y la ingesta de lignanos en más de 3000 mujeres, incluyendo 1100 de ellas con cáncer de mama diagnosticado y 2000 libres de cáncer. El análisis estadístico determinó que las mujeres premenopáusicas con la ingesta más alta de lignanos tenían un riesgo 44% menor de desarrollar cáncer de mama.

Otros estudios mostraron hallazgos similares. Los investigadores explican que altos niveles en sangre del fitoestrógeno enterolactona (que es el primer lignano producido por el cuerpo a partir de las semillas de lino) está asociado a bajo riesgo de cáncer de mama. O, dicho de otra forma: los valores de enterolactona en sangre son significativamente bajos en mujeres que han desarrollado cáncer de mama. En conclusión, la enterolactona tiene un fuerte efecto protector frente al riesgo de cáncer de mama ( Boccardo F, Lunardi G, Guglielmini P, et al. Serum enterolactone levels and the risk of breast cancer in women with palpable cysts. Eur J Cancer. 2004 Jan;40(1):84-9.)

Los lignanos también ofrecen protección frente al cáncer de endometrio. El efecto protector de las semillas de lino podría derivarse de su capacidad para actuar como anti-estrogénicos.

 Extraido del Blog Cáncer-apuestaporlavida del Dr.Jorge J. Rodríguez

 

 

La vitamina D puede aumentar la supervivencia de los enfermos con cáncer


 

Un nuevo estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism nos dice que la vitamina D puede influir en el pronóstico de las personas con cáncer de mama, cáncer colorrectal y linfoma.

Los pacientes con cáncer que poseen niveles más altos de vitamina D en el momento del diagnóstico tienden a registrar mejores tasas de supervivencia y permanecer en remisión más tiempo que los enfermos que están carentes de vitamina D, según el estudio.

El cuerpo produce de modo natural vitamina D después de la exposición a la luz solar. Además de ayudar al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo necesarios para tener los huesos sanos, la vitamina D afecta a una variedad de procesos biológicos mediante su unión a una proteína llamada receptor de la vitamina D, que está presente en casi todas las células del cuerpo.

"Al revisar estudios que en conjunto examinaron los niveles de vitamina D en 17.332 pacientes con cáncer, se demostró que los niveles de vitamina D están relacionados con mejores resultados en varios tipos de cáncer", según resume uno de los autores del trabajo, Hui Wang, profesor del Instituto de Ciencias de la Nutrición en el Instituto de Ciencias Biológicas de la Academia de Ciencias de China, en Shanghái (China).

Concretamente, "los resultados sugieren que la vitamina D puede influir en el pronóstico de las personas con cáncer de mama, cáncer colorrectal y linfoma"

El metaanálisis se centró en los resultados de 25 estudios separados que midieron los niveles de vitamina D en pacientes con cáncer en el momento del diagnóstico y el seguimiento de los índices de supervivencia. En la mayor parte de la investigación, los enfermos tenían pruebas sobre sus niveles de vitamina D antes de que se sometieran a un tratamiento para el cáncer y el estudio mostró que un aumento de 10 nmol/l en los niveles de vitamina D está vinculado a un incremento del 4% en la supervivencia de las personas con cáncer.

Los expertos hallaron el vínculo más fuerte entre los niveles de vitamina D y la supervivencia en el cáncer de mama, el linfoma y el cáncer colorrectal, pero hubo menos evidencia de una conexión en las personas con cáncer de pulmón, cáncer gástrico, cáncer de próstata, leucemia, melanoma o carcinoma de células de Merkel, aunque los datos disponibles fueron positivos.


"Teniendo en cuenta que la deficiencia de vitamina D es un problema generalizado en todo el mundo, es importante asegurarse de que todas las personas tengan un nivel suficiente de este importante nutriente. Los médicos deben prestar mucha atención a los niveles de vitamina D en las personas que han sido diagnosticadas de cáncer", recomienda Wang

Una recomendación importante que hace la Dra. Odile Fernández es tomar el sol 20 minutos a diario, sin protección solar, y tomar un suplemento diario, así como reducir la ingesta de carne (esto influye en la formación de vitamina D).

 

Fuente: Review: The Impacts of Circulating 25-Hydroxyvitamin D Levels on Cancer Patient Outcomes: A Systematic Review and Meta-Analysis

Extraído del Blog Misrecetasanticáncer de la Dra. Odile Fernández