En
esta entrevista se recoge un buen resumen de lo que podría ser una alimentación
saludable que ayuda a vencer el cáncer.
Comemos demasiadas
proteínas, tomamos demasiado azúcar, tenemos que reducir el consumo de carne
roja y carne procesada, hay que consumir sólo la fruta de temporada…. Este es
el resumen del programa de Singulars en el que vino como invitado especial el
doctor Franco Berrino, director del Departamento de Medicina Preventiva del
Instituto Nacional de Tumores de Milano, un hombre que ha trabajado
incansablemente para divulgar la manera cómo una alimentación adecuada puede
ayudar a prevenir enfermedades como por ejemplo el cáncer.
Estos son algunos de sus
consejos:
Reducir el consumo de carne: hay
que reducir el consumo de carnes rojas y evitar el consumo de carnes procesadas
como embutidos o frankfurts. Los que comen carnes procesadas tienen el doble de
riesgo de contraer este tipo de cánceres que los que no comen. Además, la carne
roja es muy rica en hierro, un tipo de hierro con capacidad oxidante y favorece
la formación de sustancias cancerígenas al intestino.
Reducir el consumo de proteína
en general: Comemos demasiadas proteínas. Las personas
que hacen dietas hiperprotéicas se adelgazan, pero después, sistemáticamente,
se vuelven a engordar. Además, son dietas muy tóxicas, intoxican el cerebro,
que es el centro del apetito. Las recomendaciones actuales sugieren que
deberíamos de asegurar una ingesta diaria de 0,8 gramos de proteína por quilo
de peso al día. En nuestra sociedad comemos el doble de las que se necesitan.
Es mejor consumir pescado y legumbres.
Reducir el azúcar refinado: A
comienzos del siglo XX se comían 5 kg de azúcar por persona al año. Actualmente
se calcula que consumimos 50 kg por persona en un año. Comer demasiado azúcar
hace subir el nivel de glucosa en sangre y producimos demasiada insulina.
Cuando la insulina sube demasiado, hay efectos colaterales: se producen
demasiadas hormonas sexuales, y en las mujeres, un exceso de hormonas sexuales
favorece un mayor riesgo de aparición de cáncer de mama. Todos los estudios
indican que las mujeres que comen muchos azúcares y alimentos refinados que
hacen subir los niveles de insulina tienen el doble de riesgo de desarrollar un
cáncer de mama respecto a las mujeres que comen menos azúcares. Y las
mujeres que tienen o han tenido cáncer de mama tienen un riesgo más alto de
desarrollar metástasis si tienen muy altos los niveles de insulina. En el caso
de los niños deberíamos evitar que consumieran tantas golosinas. Hay una
presión comercial muy grande pero hay que ayudarles a que aprecien alimentos
con dulces naturales. Podemos hacer dulces caseros como por ejemplo: mezclar
harina de almendra con manzana cocida y un poquito de sal y semillas de sésamo.
Se hacen bolitas y se ponen al horno.
Reducir el consumo de
lácteos: Es importante amamantar los niños, la leche
materna es el alimento más importante para los niños. Pero pasada la etapa
infantil, la leche ya no es necesaria. A principios del siglo pasado, cuando
los niños estaban desnutridos y tenían falta de vitamina D, se daba un vaso de
leche a la escuela. Era útil porque la leche de vaca es muy rica en proteínas.
Pero ahora nuestros niños están muy nutridos, no necesitan tanta leche. Beber
leche cada día aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad. El consumo de leches
y quesos son un factor de riesgo de obesidad y sobrepeso. Los niños amamantados
con leche artificial es más fácil que engorden y también con leche de vaca.
Calcio y menopausia: Se
recomienda comer mucho queso para paliar los efectos de la menopausia, pero no
hay ningún estudio científico que demuestre la utilidad de tomar leche o queso
para la salud de los huesos. Lo que favorece la aparición de osteoporosis es
que comemos demasiadas proteínas. Comer más proteínas significa perder calcio
de los huesos. Las proteínas tienen demasiados aminoácidos, acidifican la
sangre y los huesos ceden sales de calcio para compensar la acidez que provocan
las proteínas. Las proteínas animales son más ácidas que las proteínas
vegetales. Los estudios demuestran que quién come mucha carne tiene más
fracturas, y que quién come mucho queso no tiene menos fracturas. El queso
tiene mucho calcio pero es un concentrado de proteína, por lo que acidifica el
organismo y, por lo tanto, no es útil para los huesos. Seguramente lo que pasa
es que hay muchos intereses.
Beber cuando se tiene sed: si
basamos la dieta en alimentos vegetales con variedad de cereales no refinados,
legumbres, frutos secos, y fruta de temporada, no hace falta beber los 2 litros
de agua que siempre se ha recomendado. En cambio, si comes mucha carne, muchos
embutidos, evidentemente tendrás más sed y será mejor beber más agua. Porque la
gente está hinchada, sufre de piernas hinchadas…
Consumir fruta de temporada: Es
mucho más importante comer cereales, verduras y legumbres que fruta. Antes se
comía la fruta de temporada y ahora comemos fruta todo el año. Tenemos que
respetar la natura y comer fruta cuando es la temporada. Cuando hace calor la
fruta ayuda a enfriar el organismo; en invierno si comemos mucha fruta
tendremos más frío. Ahora se come fruta todo el año y debemos respetar la
naturaleza del hombre.
La fibra vegetal: El
consumo de fibra vegetal es muy protector para el organismo. Si se comen
alimentos ricos en fibra hay menos enfermedades del corazón, diabetes, cáncer,
enfermedades pulmonares o del aparato digestivo y enfermedades infecciosas. Las
fibras que protegen más son las fibras de los cereales y la verdura. La fibra
de la fruta casi no protege.
Los cereales: Los
cereales han sido el alimento básico de la humanidad hasta épocas recientes.
¿Qué comía la gente antes de la revolución industrial? ¿Antes de la globalización?
El trigo, el pan, la avena, eran la base de la alimentación. Al norte de África
se come todavía el cuscús con garbanzos, el mijo con cacahuetes; en Oriente, el
arroz y productos de soja. Todos los pueblos en todo el mundo se alimentaban de
cereales, legumbres y verduras. Tenemos que recuperar las recetas
tradicionales. Mejor comer el cereal que las harinas.
Consejos para la vida
diaria: No fumar, hacer actividad física media hora,
basar la alimentación diaria en productos vegetales de temporada, los cereales
y legumbres, la fruta y la verdura. Evitar las bebidas azucaradas y los
embutidos. Comer carne sólo 2 veces a la semana como mucho.
Fuente: TV3 Programa Singulars
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